Antes de que la moda se complicara con las pre colecciones, las colecciones crucero, las colecciones cápsula, las imagen, las especiales para pop up, las de colaboraciones y todo lo que el marketing nos ha ido marcado a lo largo de estos últimos años… antes… todo era más fácil.
No había prendas «pre fall» (pre otoñales), ni Special Items, ni ediciones limitadas segmentadas por países, ni lista de espera para las prendas de colecciones futuras, ni colecciones de bañadores para los que veranean en enero en St Barths. Las prendas se dividían en dos categorías: primavera/verano y otoño/invierno. Y lo complicado era el entre-tiempo. Cuando no hacía todavía ni mucho frío ni mucho calor. Cuando no sabías si estrenar el abrigo de borrego de otoño/invierno sobre unos shorts de primavera/verano y con sandalia.
Dentro de poco llegará ese momento, cuando los colores flúor de este verano nos parecerán más que pasados y el blanco nuclear muy arriesgado. Porque ya no es un tema de cuanto abriga la ropa, sino también de texturas y de colores. Todavía no queremos usar total looks negros, gris marengo, berenjena, tweeds ni estampados invernales, ni punk. ¿Qué hacemos? Usar colores o estampados «de transición».
Los que mejor funcionan: el azul marino, el gris claro, el berenjena, el verde botella, el «print» de leopardo en color clásico y… lo que sí se va a llevar este invierno, el estampado pata de gallo XXL. Es perfecto para ese toque moderno y para que los demás sepan que sabes cuales son las tendencias que vienen, sin caer en el ridículo de estrenar el chaquetón de borrego.
Nota: la foto de portada es de la firma Compañia Fantastica