Sé que siempre hay que dejar que pase un poco de tiempo para ver las cosas con perspectiva. Pero la verdad es que cuando apareció Pharrell Williams en la alfombra roja de los Grammy, con un sombrero XXL, pensé que había enloquecido y que aunque pasasen cinco años seguiría pensado que había enloquecido.
Me recordaba mucho al que llevaba el oso de dibujos animados «Smokey the Bear», que ayuda a concienciar a los niños norteamericanos sobre el peligro de jugar con una caja de cerrillas en el bosque (o algo así).
No sé si igual Williams nos querrá concienciar sobre algo, pero el caso es que solo han pasado dos semanas y de tanto verlo, hasta me gusta. Al final te haces a él. Williams siempre ha sido un visionario. Así que yo tomaría nota. Y si no, no hay más que ver los sombreros que ha diseñado Stephen Jones para el desfile de Alta Costura de Schiaparelli. Eso, o nos hacemos con cascos de astronautas como los Daft Punk, pero el caso es llevar algo en la cabeza.
