Si piensas que las «egoblogueras» tienen mucho morro al cobrar por todo, desde «twittear» hasta acudir a un evento, te sorprenderá aprender que las «celebrities» también facturan por ello, pero eso sí, multiplicado por diez.
Vale, no es una novedad que las famosas cobren por ir a un evento, si el evento tienen un sponsor. Lo que no me imaginaba es que muchas lleguen a emitir una factura al ir a festivales, como por ejemplo, Coachella. ¿Qué está pasando? La triste realidad es que hasta Coachella tiene sponsors y que si nadie les controla, acabarán con el lado más hippy de esta fiesta de la música. Al igual que sucedió con el festival de cine independiente de Sundance, que se ha convertido en un evento de marketing, donde se presentan desde lavadoras hasta gafas, Coachella está plagado de firmas de moda que intentan promocionar sus productos.
Si antes Vanessa Hudgens hubiese tenido que pedir favores para conseguir un pase VIP, ahora no le hará falta mover un dedo. Según «New York Mag» la cantante cobrará 15.000 dólares para pasearse en su «crop top» (desembolsados por McDonald’s). Pero eso no es nada comprado con los 20.000 dólares que cobrará Lea Michelle de la serie «Glee» por ir vestida de Lacoste o Kate Bosworth, que pide la módica suma de 30.000 dólares por su cara bonita. Eso sí, no sabemos si el «twittear» una foto va incluido.