Los rumores apuntan a que la modelo británica embarcó en un avión de EasyJet como quién se sube al jet de un amigo millonario…. «de gratistotal». Los pasajeros que esperaban su vuelo rumbo Londres desde el aeropuerto de Bodrum en Turquía se sorprendieron al ver que la modelo llegaba ebria al «check in». Después mantuvo una larga conversación con el personal de tierra y por ello, los que la rodeaban, que más tarde hablaron con los medios, explicaron que la modelo pretendía viajar sin billete de avión.
No entiendo el revuelo. Que Kate Moss se emborrache no es noticia y que viaje gratis tampoco. Al estar borracha, sencillamente pensaría que podía subirse a cualquier avión, por mucho que sea un vuelo comercial y no privado. En estado de embriaguez cualquiera –acostumbrado a subirse a un avión como quien se sube a un coche con chófer- se puede equivocar. Si encima es verdad que venía de un centro de detox de bienestar The LifeCo (a no confundir con un centro médico de desintoxicación de drogas o alcohol), tendría el organismo tan depurado, que al beber una cerveza, por ejemplo, en seguida se le habría subido a la cabeza.
Acostumbrada a viajar en aviones privados, lo de llevar una tarjeta de embarque le sobra. A mi me inquieta más su equipaje de mano. Esa maleta de tela negra anodina no es digna de una top model, por muy borracha que esté. Que vuelvan la maleta de Goyard roja y los bolsos de Louis Vuitton a los cuales nos tiene acostumbrados.