La prensa británica especula estos días sobre si el príncipe Harry y Cressida Bonas han retomado su relación de novios. La ex pareja que rompió en abril de este año se ha dejado ver juntos por Londres en varias ocasiones, aunque siempre rodeados de amigos. Nosotros lo que queremos saber es si la actriz será capaz de poner de moda el «scrunchie».
Para aquellos que no estén familiarizados con este accesorio, el «scrunchie» es el coletero XXL elaborado en tela que se puso de moda en los años 80. Las fans de la serie «Sexo en Nueva York» recordarán la escena en la cual Carrie y su novio, el escritor Jack Berger, discutían por culpa de este accesorio, que ella proclamaba como demodé, mientras él insistía que sus amigas lo usaban. El caso es que el personaje de Sarah Jessica Parker tenía razón. Los «scrunchies» tuvieron su momento de gloria en los 80 y nunca más.
Cressida los tiene en varios colores y los lleva a todas horas, desde por la mañana hasta la noche, pasando por la clase de Pilates. Da igual. Cualquier momento es bueno para ella para hacerse una media coleta con él. Y que conste que soy fan de su melena desaliñada y su look de estudiante inglesa hippy que parece vivir un permanente «gap year» (el año sabático de los estudiantes ingleses).
Nuestra preocupación es que si Cressida llega a casarse con el príncipe Harry, sucederá lo mismo que con la duquesa de Cambridge y su «Kate effect»… el «Cressida effect» y entonces todas las adolescentes americanas empezarán a usar «scrunchies» como si no hubiese un mañana.