La creación de Tristana para este concurso tiene que ver con la forma de entender las migas que tenemos en Extremadura. Mientras en el resto de España las migas son un único plato, sin más matices que las «presas» que lleven, los extremeños las vemos como un elemento versátil y que se ajusta a la realidad del consumidor. Las hay crujientes, «mamonas», grasas, secas, ligadas, limpias, de señorito… Unas buenas migas tienen más de los arroces valencianos que de las paellas insulsas e impersonales de chiringuito de segunda.
Estas son unas migas mamonas, sabrosas, acompañadas por productos de primer orden: jamón ibérico, ajo y pimiento morrón seleccionado y, en lo alto del todo, un huevo frito con gusto y sabiduría.
El café fuerte, cargado, contundente… lo que necesitan los funcionarios por las mañanas para despertarse y no hacer nos un agujero en nuestra declaración. El saludo especial para Beni y su gente. Un placer tener sitios así. Un placer que sean nuestros amigos.