Acercarse hasta San Roque, cerca de los nuevos juzgados, siempre es ilusionante porque uno sabe que va a desayunar bien con alguna de las ideas de María Jesús que mudó hace ya 12 años su Churrería Cafetería desde el Paseo Condes de Barcelona hasta la Ronda Norte buscando precisamente el público que podría atraer de ese esperado nuevo Palacio de Justicia. Afortunadamente, la infraestructura comenzó a utilizarse ahora hace más o menos un año y los clientes abarrotan su local cada día. También en vacaciones de agosto, donde cuesta algún ratillo en la cola llegar hasta la barra. Allí, siempre con una sonrisa, te cogen la comanda y te lo llevan a la mesa.
La propuesta de este año de Café del Moral es una cesta elaborada con churros donde se depositan ricas y frescas viandas: fruta de varias clases (plátano, manzana y naranja), un fondo de queso feta y un topping de mermelada de tomate, acompañada por semillas de quinoa. El resultado es delicioso. El churro, como es marca de la casa, no es demasiado grasiento, al contrario, combina espectacularmente con la fruta y el queso, además con una mermelada especialmente dulce. Todo se acompaña del café o zumo preferido de cada uno, para no tener demasiados problemas.
Las apuestas de Café del Moral siempre son arriesgadas y originales. Todavía uno puede relamerse cuando recuerda aquel «Tostachurro de Higos», como lo dimos en llamar en este blog. Sin duda esta cesta puede llegar lejos como él.