CURIOSIDADES
La razón por la que a los gatos les gusta estar en los cementerios
Los gatos son habituales en muchos cementerios y su presencia se debe a varios motivos muy vinculados a la forma de ser y la idiosincracia de estos animales.
Sevilla - Publicado el - Actualizado
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La razón por la que a los gatos les gusta estar en los cementeriosHace una semana celebrábamos la festividad de Todos los Santos y el Día de los Difuntos. Unas jornadas de visitas a los cementerios a honrar y recordar a los que ya no están entre nosotros y descansan eternamente en los camposantos.
Puede que hayas sido uno de los que ha visitado los cementerios esos días en los que muchos aprovechamos para arreglar las tumbas de los nuestros.
Y en ese recorrido por el camposanto puede que te hayas cruzado con un habitante del cementerio que se mueve entre las tumbas como “pez en el agua”.
Nos referimos a los gatos, que habitualmente pueblan los tranquilos cementerios y que crean colonias estables asentadas en esos lugares de calma y de paz.
La presencia de los felinos entre las lápidas es habitual en numerosas ciudades e incluso en algunas forman parte ya del patrimonio y son incluso un reclamo para las visitas.
Cualquiera que conozca mínimamente a los gatos sabe qué son las cosas que más les gustan. Los felinos son animales independientes, que adoran esconderse, con un desarrollado instinto cazador y grandes habilidades para dar saltos o trepar.
Los cementerios son para ellos lugares ideales porque son tranquilos, silenciosos, tienen árboles, lugares elevados desde los que vigilar, rincones en los que esconderse, aire libre y un elemento más, la presencia de humanos es moderada.
PARÍS, SUS CEMENTERIOS Y LOS GATOS
París es sin duda una ciudad a la que podemos asociar gatos y cementerios . El Père Lachaise es uno de los camposantos más famosos. Recibe tres millones y medio de visitantes cada año que se pasean entre las tumbas de un cementerio de diecisiete hectáreas , construido en 1803, con avenidas bordeadas de árboles y plantas. En ese lugar viven unos trescientos gatos a los que alimentan muchos parisinos y visitantes. Hay incluso grupos de voluntarios bien organizados para que a los felinos no les falte de nada y también están las asociaciones para la protección de los animales que se dedican a esterilizarlos.
También en París, en el cementerio de Montmartre, inaugurado en enero de 1825 vive una amplia colonia de gatos. Hubo momentos en los que su presencia era excesiva. En los años setenta había tantos gatos que el Ayuntamiento decidió tomar cartas en el asunto y decidió organizar una operación de captura y eutanasia de felinos. Los vecinos del barrio se opusieron y formaron una asociación que se convertiría en la famosa “Ecole du Chat” (La escuela del gato). Al año de su creación capturó, esterilizó y volvió a soltar al primer gato. La historia sigue hoy en día con 150 voluntarios dedicados a alimentar y a construir refugios para los gatos.
OTRAS HISTORIAS DE GATOS Y CEMENTERIOS
En España los gatos también son habituales en nuestros cementerios. En el caso de Sevilla en los últimos tiempos no han sido ajenos a lo que venimos viviendo, la pandemia.
La colonia felina del cementerio de San Fernando quedó en los peores momentos del estado de alarma abandonada a su suerte dentro del recinto del camposanto.
El confinamiento obligatorio y el cierre del cementerio a cal y canto los dejó sin voluntarios que pudieran proveerlos de alimentos.
Por eso se produjo una movilización ciudadana que logró que el Ayuntamiento de Sevilla moviera ficha y enviara a los trabajadores municipales a alimentar adecuadamente con pienso seco a la colonia felina que había quedado confinada en el cementerio.
En otra ciudad como Zamora una plataforma animalista conseguió recopilar más de ocho mil firmas de apoyo a una petición para que se mantengan los gatos callejeros que hay en el entorno del cementerio municipal San Atilano y se paralizara la campaña municipal de capturas para su traslado a otro lugar.
Y en Salamanca los gatos del cementerio disponen de lugares especialmente habilitados para ellos. El Ayuntamiento restauró varias dependencias para que los felinos pudieran usarlas como dormitorio y zona de juegos.
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