HUELLA DIGITAL
Así contamina al medio ambiente el uso de Internet: una videollamada, las redes sociales o ver series
Un solo email con 1MB emite 19 gramos de CO2, que al multiplicarlo por el número de correos envíados al día en el mundo, la cifra ascendería a los 293.000 millones
Sevilla - Publicado el
5 min lectura
Todos somos conscientes de que cuando conducimos un vehículo, viajamos en avión o generamos basura estamos contaminando, sin embargo casi nadie es plenamente consciente de que también el uso de internet lo hace.
Navegar por la red no es una actividad neutra en cuanto a la producción de contaminantes y la huella de carbono digital, aunque parece invisible para la ciudadanía, es real y perfectamente medible cada vez que hacemos una videollamada, vemos una serie o descargamos un documento del correo electrónico, según los investigadores del Internet Disciplinary Institute de la Universidad Oberta de Cataluña.
Los profesores Xavier Vilajosana y Borja Martínez advierten además de que el consumo de energía a través de la tecnología va a seguir creciendo de manera exponencial y “la digitalización irá abarcando todos los sectores de la sociedad, desde la educación hasta la administración pública”, por lo que el problema irá a más ineludiblemente.
Los datos globales que ofrecen algunos estudios apuntan en realidad a un gran impacto ambiental, y por ejemplo se ha cuantificado que las 47.000 búsquedas de Google “cada segundo” generan 500 Kg de CO2 y el consumo de YouTube de un año, diez millones de toneladas, es decir , un volumen de contaminación parecido al que genera la ciudad de Glasgow.
LO QUE MAS CONTAMINA
La plataforma Netflix es de las cosas que más CO2 emite con unos 440 gramos de CO2 por hora. Ver una temporada de una serie de unas 10 horas equivale a unos 4,4 kg de CO2. Incluso reconoce que ver sus contenidos en España implica una emisión de 55 gramos de CO2 cada hora, lo compara con hacer cuatro bolsas de palomitas en un horno microondas y se compromete a intentar reducir ese daño al planeta lo cual significa que las grandes compañías tecnológicas están comenzando a preocuparse por esta cuestión.
El estudio de la UOC concluye que “no hay que buscar un único culpable” porque “el volumen de datos que se maneja en la sociedad actual es inmenso”, y señala que primero fue el comercio digital y, ahora, el “boom de las plataformas de streaming”.
Los datos avalan que cada vez nos enganchamos más a las pantallas para el trabajo y para el ocio, y no somos conscientes de que también estamos contaminando al hacerlo, por lo que se hace necesario “ que la toma de conciencia que poco a poco hemos ido incorporando al lado más físico de nuestra huella ambiental se traslade también a un consumo cada vez más responsable de las plataformas” según defiende la profesora de Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, Elena Neira.
Asimismo, la construcción y el mantenimiento de los mastodónticos centros de datos donde se procesan todas nuestras transacciones digitales implican un consumo de agua, tierra y dióxido de carbono que hasta ahora ha sido subestimado,pero es obvio el ingente consumo energético que requieren, puesto que a escala global se estima que consumen la misma electricidad que un país de tamaño medio como España.
Desde el punto de vista individual es imposible hacer un cálculo exacto, ya que estos centros dan servicio simultáneamente a incontables aplicaciones, pero para los expertos si resulta posible estimar que la “visualización de contenidos multimedia es lo que más impacto energético tiene” por generar gran cantidad de datos.
Todo depende de que tipo de acción realicemos; por ejemplo una videollamada comprime al máximo la información para optimizar la fluidez de las conversaciones mientras que visualizar una película en una plataforma multiplica e volumen de datos para que disfrutemos en alta definición.
Un cosa mas a considerar son los propios aparatos, que evidentemente también contribuyen a nuestra huella y dependerá del nivel de eficiencia energética de cada uno de ellos y sobre todo del numero de horas que los mantenemos encendidos . Un teléfono móvil consume menos que un televisor, pero contaminamos mucho más con él porque está encendido las 24 horas del día.
LAS REDES Y EL CORREO
En cuanto a las redes sociales los expertos concluyen taxativamente que TikTok es la que mas contaminación genera al basarse exclusivamente en ver vídeos y subirlos.
Según Mike Berners-Lee, escritor e investigador inglés que ha dedicado parte de su trabajo al estudio de la huella de carbono, cada mensaje produce 0.014g de CO2, mientras que un tuit o un mensaje por WhatsApp o Facebook equivale a 0.2g de CO2, siendo aún menos contaminantes que los correos electrónicos.
Los emails eliminan la contaminación por papel, pero de cualquier manera se genera CO2. Cada correo electrónico puede aportar hasta 50 gramos de carbono, lo cual depende de que sólo sea texto, o si contiene imágenes o archivos adjuntos.
La Agencia Francesa del Medio Ambiente declaró en un estudio que un solo email con 1MB emite unos 19 gramos de CO2, por lo que si se tiene en cuenta el número de correos que se envía al día en el mundo, esta cifra ascendería a los 293.000 millones.
No olvidemos el correo SPAM, que genera diariamente aproximadamente 4.104 toneladas de CO2 el equivalente a un 10% de lo contaminan todos los vuelos comerciales del mundo en ese mismo día.
CONSEJOS FUNDAMENTALES
Cada uno de nosotros puede influir en la huella digital que genera tomando ciertas decisiones: en una videollamada seria recomendable no activar la cámara para reducir el impacto en un 61% o escuchar música sin reproducir los vídeos si no nos interesan las imágenes ,
Es altamente recomendable apagar los dispositivos de vez en cuando , mejorar nuestros hábitos de navegación y racionalizar el consumo de contenidos on line , aunque la realidad evidencia que lo que esta ocurriendo es justo lo contrario , y lo demuestra un estudio que cifra en un 26% el incremento del vídeo bajo demanda en España en 2020 , que fue el año mas duro de la pandemia , si bien las proyecciones lo mantienen en alza para este año y los próximos.
De manera que, según todo lo anterior, la creciente digitalización no es en absoluto la que nos va a librar, ni siquiera atenuar, del cambio climático puesto que según las previsiones, el uso de internet seguirá aumentando hasta alcanzar para 2023 el 66 % de la población global, de la que más del 70 % poseerá conectividad móvil. Se tendrán, además, 3,6 dispositivos por persona ese año conectados a a la red.
También te puede interesar:
Ayudas por incapacidad permanente: el listado de enfermedades que contempla la Seguridad Social