adolescentes y móviles en las aulas

"No se trata de prohibir sino de integrar de manera inteligente los móviles"

En COPE hablamos con Pablo Martín, vicario para la Educación Católica, de adolescentes y móviles, su uso, dependencia, consecuencias y el "reto" que supone para los centros enseñar a los jóvenes a utilizar bien esta herramienta

Beatriz García

Ávila - Publicado el - Actualizado

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Los que tenemos ya una edad, hemos pasado nuestra adolescencia sin móvil. Para muchos de nosotros nuestros primer dispositivo fue en la universidad ya pasados los 20 años. Te estoy hablando de móviles sin posibilidades de redes sociales, WhatsApp, ni Internet, simplemente con llamadas y mensajes SMS. Para nuestros adolescentes de hoy esto es poco más que la Prehistoria. 

Los estudios dicen que en España el 75 por ciento de los jóvenes entre 10 y 15 años tiene ya su primer teléfono móvil. La media de edad está en torno a los 12 años. Y aunque los expertos recomiendan que no debería usarse más de una hora al día, los adolescentes lo utilizan una media de seis horas diarias. Desde hace ya unos años se está hablando de una importante adicción a los móviles por una parte de nuestros adolescentes, con síntomas como ansiedad, menor rendimiento escolar, estrés e incluso en los casos más severos depresión.

Les hemos preguntado a adolescentes de distintos centros de Ávila si, emulando a un Instituto de Segovia, serían capaces de pasar una semana sin móviles y esto es lo que nos han dicho, Puedes escucharlo aquí:

Muchos de estos jóvenes reconocen que el máximo tiempo que han pasado sin móviles ha sido por castigo. Furiosos, oprimidos, sin poder comunicarse con el mundo exterior o con falta de dopamina... así describen algunos de ellos como se han sentido durante ese castigo sin móvil.

Pablo Martín, vicario para la Educación Católica de la Diócesis de Ávila y director del Colegio Pablo VI, ha afirmado en COPE que aunque son los especialistas los que tienen que diagnosticar una adicción a los móviles entre los adolescentes, lo que si ven los docentes a diario en los centros educativos es una clara “dependencia”. “Más de la mitad de los alumnos, dice Pablo Martín, tiene un problema objetivo” y “hay adolescentes que están más delante del móvil que durmiendo”. Esto genera entre ellos “falta de rendimiento escolar y escasa capacidad de concentración y atención”.

En todo caso para el director de este centro educativo “no se trata de prohibir, sino de integrar de manera inteligente”. Pablo Martín reconoce que para los colegios e institutos supone “un reto” enseñar a los alumnos a utilizar bien esta herramienta y defiende que “el camino no es prohibir, aunque sí hay que poner límites”.

Precisamente el Colegio Pablo VI obtuvo el año pasado un premio de la Junta de Castilla y León de Bienestar Digital en el Uso de los dispositivos digitales en las aulas, por su proyecto para integrar éstos en las clases con una serie de criterios, así como tutorías y aprendizaje sobre su utilización.

Aunque hace un año el Gobierno Central planteó su intención de trabajar con los centros educativos para aplicar una serie de restricciones comunes en el uso de los móviles en los colegios, no se ha avanzado en este aspecto y “a nivel legal no se han unificado criterios”, según explica Martín. Hasta la fecha son los centros los que determinan el criterio. Unos defensores y otros detractores, hay colegios que los prohíben tajantemente, mientras que otros han optado por utilizar los dispositivos móviles como herramienta de aprendizaje.