BURELA
Burela (Lugo) se prepara para acoger unas cuantas nacionalidades más: 110 migrantes llegarán a mediados de diciembre
En Burela conviven ya 42 nacionalidades diferentes así que los vecinos están acostumbrados a ser pueblo receptor y acogedor
Ribadeo - Publicado el - Actualizado
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Burela acogerá 110 migrantes, llegarán el próximo 18 de diciembre a la localidad y todo el mundo se prepara para recibirlos. Proceden de Mali, Senegal, Mauritania, Níger, Guinea o Marruecos, aunque ya llevan una temporada en nuestro país.
Los vecinos están expectantes ante la noticia que ha trascendido en las últimas horas, aunque la localidad lucense de Burela ya está acostumbrada a recibir gentes de todos los países y nacionalidades, así que para ellos es relativamente normal.
La presidenta de la Asociación de Vecinos O Vencello, Bríxida Pino, explica que “como ya tenemos muchos, pues supongo que se van a encontrar bien. Y la gente que vivimos en Burela, bueno, ya estamos en cierta manera acostumbrados a tener un montón de razas y de distintas nacionalidades”.
ENCONTRARÁN TRABAJO, SEGURO
Los empresarios ven la llegada de estas personas como una posibilidad de cubrir esas plazas de trabajo que no consiguen completar por falta de personal. Según explica Alfonso, del Restaurante Amares, “sí, yo creo que bien formados, tendrían que tener cabida debido a la escasez de personal que hay en toda la comarca”.
Un empresario de la Construcción como Valeriano de Construcciones Sixto Eijo declara que “sí claro, es que necesitamos mucha mano de obra, sin problema ninguno, teniendo todos los papeles en regla no hay ningún problema, tienen trabajo”.
La alcaldesa, Carmela López, afirma que en estos momentos se encarga de una serie de trámites para favorecer su asentamiento con naturalidad, entre ellos el empadronamiento y las gestiones sanitarias, para que puedan integrarse cuanto antes. A pesar de ello, aclara que la acogida no es algo que coordine el Ayuntamiento directamente sino la ONG Rescate Internacional. Esta es la encargada de la formación y adaptación de estas personas en su nueva residencia.
Por cierto, en cuanto a la residencia, se habilitará un edificio que lleva una temporada sin uso, el antiguo Hotel Canabal. Ahora está cerrado, pero el inmueble es lo suficientemente grande para dar cabida a todos ellos. Con la garantía de que se sentirán cómodos.
Por el momento en la localidad no se habla de otra cosa, hay mucha expectación y en general confían en que su experiencia como pueblo receptor, y las 42 nacionalidades que tienen representadas en su territorio, son un pasaporte claro para que los nuevos vecinos sean bien acogidos y se sientan como en casa.