El cura y cinco parroquianos llevan recogidos más de mil kilos de aceitunas en Valga

En su momento sonó extraño cultivar aceitunas en la comarca del Ulla pero al cura de Setecoros, en la localidad pontevedresa de Valga, le pareció una solución oportuna para una finca llena de maleza en la parroquia.

Esta semana confían en terminar la campaña de la aceituna después de haber recogido, hasta media mañana de este miércoles, más de mil kilos. "Es la primera plantación en esta comarca, hay un tanto de excepticismo, pero este año es la primera gran cosecha y se está demostrando que es productiva", ha asegurado en COPE Pontevedra el párroco don Paulino.

Gracias a esta iniciativa, cinco vecinos se ganan su jornal trabajando en el denominado 'Olivar de la Concordia'.

EL PRIMER ACEITE DE OLIVA DE VALGA

Después de que en 2017 se recolectasen 180 kilos que se transformaron en 25 litros de aceite, de que en 2018 la meteorología no permitiese la floración de los árboles, los olivos de 2019 están cargados.

De hecho, ahora utilizan un vareador eléctrico para recoger las aceitunas. "Es una especie de peine que vibra, hace caer las olivas sobre un manto y luego se recogen. Los otros años los árboles eran más pequeños, había menos aceituna, se hacía de forma manual (lo que se llama 'ordeñar el árbol') pero ya no es posible debido al tamaño y a la cantidad de oliva", ha explicado el cura de Setecoros en su entrevista sobre la primera campaña de la que se espera poder vender el aceite en 2020.

COLABORACIÓN CIENTÍFICA

En abril de 2015 se hizo la primera plantación de 900 olivos en la finca Igrexario de Setecoros. Eran de tres variedades diferentes: la portuguesa o cobrançoca, la italiana conocida como frantoio, y la española o arbequina. Este año, a través de un acuerdo con el CSIC, se han incorporado 30 ejemplares de seis variedades autóctonas de Galicia.