Jon Uriarte: ''tras la presentación del libro de Sánchez, damos algunos consejos para ser un gran pelota''
Jon Uriarte analiza con Ángel Expósito una de las noticias más importantes y destacadas del día, pero a través de su particular visión de las cosas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Jon Uriarte analiza con Ángel Expósito una de las noticias más importantes y destacadas del día, pero a través de su particular visión de las cosas. Porque todo, hasta lo más serio, tiene su versión alternativa y, por qué no, surrealista. Sobre todo cuando la LINTERNA alumbra la actualidad y es Uriarte quien se encarga de seguir el haz de luz. Bueno, todo esto ha quedado muy bonito pero en realidad hace lo que le da la gana.
Igual es porque el Presidente del Gobierno es aficionado al baloncesto, pero no hemos visto tantos pelotas juntos como ayer en la presentación del libro de Pedro Sánchez. Bien visto no fueron lo suficientemente pelotas por eso, 'COPE te ayuda a ser un gran pelota' y Jon Uriarte tiene las claves.
Presentadores y publicó estaban ayer tan entregados en la presentación del libro de Pedro Sánchez el protagonista, y el peloteo llegó a tal punto que no podíamos escuchar bien al protagonista. Nada que ver con el pelota profesional, el de toda la vida. Ese que representa la perfección José Luis López Vázquez en 'atraco a las 3'.
En este caso se trataba de un presidente y eso hace que dependiendo del protagonista, el tema va en el sueldo. Sobre todo si a tu jefe le gusta viajar en avión más que comer con las manos. Hacer la pelota no basta con decir y dar la razón en todo a tu jefe. A veces casi es peor que te digan a todo, resulta bastante cansino.
Estamos dando consejos para ser pelota a raíz de la presentación del libro del Presidente de Pedro Sánchez. Lo mismo Pedro Sánchez quería escuchar lo que de verdad piensan los ciudadanos o no. En ocasiones ser pelota puntual puede ser un arma inteligente como cuando Eric Frade retransmite y se pasa de la hora.
En este repaso a cómo ser un pelota perfecto no podía faltar una legendaria escena que demuestra que hay que ser pelota, pero hasta cierto punto.