Herraiz: "Sánchez, se ha encontrado con un regalo gracias al PP, al revés, no habría tenido el mismo gesto"
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Había pocas dudas en la composición del mapa municipal y, en el único Ayuntamiento que llegó sin definir hasta el final surgió la sorpresa. Es Barcelona, donde Jaume Collboni, del PSC es ya nuevo alcalde de la ciudad.
Alguien dirá:¿No nos avanzaste ayer, a esta misma hora, que el separatista Xavier Trias tenía todas las papeletas? Y así fue hasta que llegó un cambio de guion de último momento, que alteró por completo todo lo previsto. De hecho, el propio Trías, de Junts, del partido de Puigdemont en un ejercicio de torpeza política, anunció un pacto de gobierno con Esquerra a pesar de que los números no le daban.
Collboni sustituye a Ada Colau que ha estado ocho años de alcaldesa, un periodo en el que la ciudad ha sufrido un progresivo deterioro, en las cuestiones que más perciben los ciudadanos como la limpieza o la seguridad.
Hasta ayer a las cinco de la tarde, lo único que había claro es que ella no iba a seguir con el bastón de mando. La duda era si gobernaban los independentistas o el PSC. Si lo hacía el candidato más votado, Xavier Trías, o lo hacía el socialista Jaume Collboni, que casi hasta el final del mandato ha sido el teniente de alcalde de Colau. Abandonó en enero para desligar su imagen de la de la alcaldesa.
Y aquí las cartas estaban sobre la mesa. El PP le había dicho al PSC: 'Mira, nosotros te apoyamos siempre y cuando ni Colau ni su partido entren en el gobierno. Todo con tal de impedir que los separatistas se hicieran con el bastón de mando y sacar del Ejecutivo municipal a un partido de izquierda radical, soberanista, populista que ha coqueteado siempre con el movimiento okupa. Los Comunes también ponían un claro veto. Le dijeron al PSC que con ellos no contaran si en la jugada para que Collboni fuera alcalde entraba también el PP.
Y este veto de doble vía se mantuvo hasta apenas una hora antes de que comenzara el pleno en el Ayuntamiento de Barcelona. En un giro que ya no esperaba casi nadie, agotando todos los plazos, los de Ada Colau emitieron un comunicado. Apoyamos a los socialistas y nos quedamos en la oposición.
Esto era una jugada con una clara intención. Dejar en evidencia al PP liderado por Daniel Sirera. El candidato del PP había garantizado, se lo dijo de hecho a Herrera en COPE,su apoyo a Collboni siempre y cuando los comunes no entraran en el Gobierno municipal.
Colau y los suyos cambiaron de criterio, pero como Daniel Sirera mantuvo el suyo, Jaume Collboni es el nuevo alcalde de Barcelona.
¿Es una buena noticia que los separatistas no recuperen el gobierno de la segunda ciudad más importante de España? Lo es. Aún así entraña riesgos y también abre interrogante. El PSOE, que es lo mismo que decir Pedro Sánchez, se ha encontrado con un regalo gracias al PP. Al revés, no habría tenido el mismo gesto.
Y en capítulo a las preguntas. Los comunes de Colau, ¿van a cumplir su palabra y se van a mantener todo el mandato -los cuatro años- en la oposición? ¿Es mero postureo para que el PSC recibiera -en el momento de la investidura- el apoyo del PP y cuando pase un tiempo entrar en el Gobierno municipal? Pues eso se verá con el tiempo.
Lo que está claro es que el PP estaba en un callejón sin salida, era susto o muerte, y entre dejar que gobernara los independentistas y permitir el Gobierno del PSC, aun a riesgo de ser engañado en un futuro, se ha decantado por lo segundo. En el PP defienden que con su voto evitan que vuelva el separatismo al Ayuntamiento de Barcelona y sacan del Ejecutivo municipal a la izquierda rupturista y soberanista de Barcelona en Común que tanto daño ha hecho a la ciudad estos últimos años.
Era el único Ayuntamiento que quedaba sin definir. Estaba también el de Pamplona donde había ciertas dudas. Si el PSOE se juntaba con Bildu y el resto de formaciones de izquierda, Joseba Asirón, del partido de Otegui volvía a ser alcalde. Si los socialistas se abstenían, la candidata más votada el 28 de mayo, Cristina Ibarrola, de Unión del Pueblo Navarro, se convertía en alcaldesa. ¿Qué ocurrió? Que los socialistas se abstuvieron y UPN mantiene la alcaldía de Pamplona.
¿Lo que ha pasado en el Ayuntamiento de Pamplona es un indicador de lo que puede pasar en el Gobierno de la Comunidad Foral? La respuesta es directamente 'no'. Aquí van a estirar los plazos, la cercanía de las generales va a condicionar todo, y ya vimos hace 4 años que ni el PSN ni María Chivite hacen ascos a Bildu, aunque sea en forma de abstención.
De momento, los socialistas han permitido que en la mesa del parlamento haya un representante de Otegui.
Los votos del PP le han dado al PSOE la alcaldía en Barcelona, en Vitoria y en Durango al PNV. DURANGO es un municipio de Vizcaya que tiene 30.000 vecinos y hasta ayer gobernaban los herederos del brazo político de ETA.
El PP obtuvo un único concejal, un político bregado en la lucha contra ETA como es Carlos García y también ha cumplido su palabra. Dijo que haría todo lo posible para sacar del Gobierno municipal a BILDU y lo ha cumplido con su apoyo a la candidata del PNV. En el pleno, recordó a Jesús Mari Pedrosa, concejal del PP asesinado por ETA en el año 2000.
Pactos en las comunidades
Y una vez que se han constituido todos los ayuntamientos en España, salvo en esos puntos en los que hay que resolver los recursos, lo que toca es concretar los pactos en aquellas comunidades donde ningún partido obtuvo mayoría absoluta. Ya está cerrado en la comunidad valenciana, donde el PP gobernará con VOX. Ya está cerrado también el acuerdo en Cantabria, donde gobernará el PP sin necesidad de VOX porque el Partido Regionalista de Miguel Ángel Revilla les ha garantizado que se van a abstener. También hay acuerdo en Canarias, que devolverá a la presidencia del gobierno de las islas a Fernando Clavijo, de coalición canaria, después de su acuerdo con el PP y el apoyo de otras fuerzas como la agrupación socialista Gomera.
Y luego hay un panorama todavía abierto en la Región de Murcia, en Aragón y en Extremadura, donde el PP se resiste a gobernar con VOX.
¿Por qué Podemos asume tal humillación?
Al margen de esos acuerdos aún pendientes, todo mira ya a las generales del 23 de julio. Mañana concluye el plazo para que los diferentes partidos y coaliciones presenten las candidaturas con las que concurren al Congreso y al Senado.
Y aquí, la incógnita pasaba por saber si, en Sumar, Yolanda Díaz mantenía el veto a Irene Montero. La inclusión de la ministra de Igualdad en las listas de Sumar era una de las exigencias de Podemos. Les dijeron que 'no' y aun así se sumaron a la coalición con una quincena de formaciones. Insistieron en que hasta que se cierre el plazo había tiempo para meter a Irene Montero en una candidatura con opciones de resultar elegida. Y Yolanda Díaz les ha vuelto a decir que 'no', que es inamovible.
En todo este tiempo, no habíamos escuchado a la ministra de Igualdad, a la de la ley del 'sólo sí es sí', que es lo mismo que decir la ley suelta violadores. Y en una reunión de esas solemnes que organiza Podemos bajo el nombre de consejo ciudadano estatal, Irene Montero con tono plañidero, no ocultó su enfado.
La pregunta que hay que hacerse.¿Por qué siguen de la mano de Yolanda Díaz habiendo vetado a la que ha sido la ministra estrella de Podemos durante toda la legislatura? Porque son conscientes, y se vio el 28 de mayo que era o eso o su práctica desaparición.