Iglesia mártir, Iglesia viva

José Luis Restán

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La campaña de Navidad de Ayuda a la Iglesia Necesitada, que hacemos nuestro cada año en COPE, pone la mirada esta vez en Nigeria, con un lema verdaderamente preciso: “Iglesia mártir, Iglesia viva”. Ciertamente, la Iglesia en Nigeria está viva y en muchos aspectos es pujante: por la fuerza de su testimonio evangélico, por su relevancia social, por su libertad con que habla a los poderosos, por su red de servicio a los más pobres… y aunque quizás no sea lo más importante, por sus números. Uno de ellos: en Nigeria se forman 5000 seminaristas, el mayor número en todos los países de África, y puedo asegurar que, en muchas regiones de ese país, serlo significa estar en la diana de los terroristas.

Iglesia muy viva, por tanto. Y también, Iglesia mártir, no por elección propia, sino porque esa es la circunstancia que los cristianos deben asumir, especialmente en la mitad norte del país, donde pululan grupos terroristas como Boko Haram, que pretenden implantar la ley islámica a sangre y fuego. El Estado nigeriano es incapaz de proteger eficazmente a sus propios ciudadanos de esta plaga, y eso es fuente de desconfianza y frustración. Ayuda a la Iglesia Necesitada viene sosteniendo desde hace años diversos proyectos de la Iglesia en Nigeria y, este año, desde España, tenemos la oportunidad de contribuir a que ese testimonio y esa vitalidad se sigan desplegando para bien de todos los nigerianos que saben que allí donde la Iglesia está, existe una posibilidad de convivencia, de paz y libertad.

Los primeros cristianos decían que “la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos”, una fórmula que nos incomoda y casi asusta. Pero en Nigeria es literalmente así. Nuestra modesta solidaridad, mejor, nuestra comunión, puede servirles de ayuda, pero es que son ellos los que, con su fe radiante y fecunda, nos ayudan a nosotros a recuperar la conciencia del tesoro que tenemos entre manos.