Muchos instructores, pero pocos padres

José Luis Restán

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En su hermosa carta sobre San José, “Patris Corde”, el Papa Francisco afirma que “nadie nace padre, sino que se hace, y no se hace sólo por traer un hijo al mundo, sino por hacerse cargo de él responsablemente”. La paternidad es, sobre todo, comunicar al hijo el sentido de la vida, acompañarle en su descubrimiento, testimoniarle aquello que de verdad vale la pena, el secreto de la vida. José dedicó su vida a esa tarea preciosa desde el momento en que acogió el gran misterio que le fue confiado a través de su esposa, María. Decía el Papa en esa carta que, en la sociedad de nuestro tiempo, los niños a menudo parecen no tener padre, y que “también la Iglesia de hoy en día necesita padres”. Y recordaba al respecto la amonestación dirigida por san Pablo a los Corintios: «podrán tener diez mil instructores, pero padres no tienen muchos». Hoy vivimos un tiempo en que la paternidad llega a parecer heroica, de hecho, con frecuencia, renunciamos a ser verdaderamente padres, como lo fue San José.

Siguiendo la agudeza del apóstol, ¿cuál sería la diferencia entre “instructores” y “padres”? Los meros instructores comunican reglas y procedimientos, mientras que el padre se pone en juego por entero, encarnando con toda su vida aquello que dice. Francisco explica que el calificativo de “padre castísimo”, que la tradición adjudica a San José (que hoy casi chirría), significa que la paternidad no es para poseer al hijo sino para hacerlo capaz de ser libre, y eso nos da vértigo. El hijo siempre mira a su padre, también a escondidas, esperando sorprender en él la certeza de que la vida es buena, de que merece ser vivida en cualquier circunstancia.

San Pablo era audaz pero muy preciso en sus formulaciones, y hablaba así a los Gálatas: «Hijos míos, por quienes sufro dolores de parto hasta que Cristo sea formado en vosotros». Padres, testigos del Infinito, del Único que responde al corazón humano. Pidamos a San José el coraje, la libertad y la sencillez de una paternidad como la suya.