Renace donde menos se espera

José Luis Restán

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La Iglesia renace continuamente, incluso allí donde parece haber sido borrada de la historia. Me lo ha recordado la ordenación del primer obispo turco en mucho tiempo, el jesuita Antuan Ilgit, nombrado por el papa Francisco auxiliar del vicario apostólico de Anatolia, un territorio inmenso que fue testigo de la primera gran expansión cristiana tras la generación de los apóstoles. Tras la llegada del Islam, el cristianismo fue prácticamente barrido, pero la semilla ha seguido dando su fruto, pequeño pero precioso.

El obispo Ilgit ha sido consagrado en Estambul porque su catedral se derrumbó a causa del terremoto que asoló Anatolia el pasado mes de febrero. Asistieron cristianos turcos, refugiados, estudiantes africanos y catecúmenos, una hermosa representación de toda la comunidad cristiana de Turquía. El nuevo obispo manifestó su esperanza de que este sea el comienzo de una nueva era en la que también nazcan vocaciones para consolidar un clero turco, y para ello hay que rezar y acompañar a los jóvenes, porque las vocaciones no nacerán de los sueños. También habló de la necesidad de valorar el testimonio de los laicos, de los matrimonios jóvenes deseosos de servir a la Iglesia. Y recordó que sus comunidades también están formadas por refugiados cristianos y estudiantes africanos que necesitan ser acogidos, acompañados y ayudados en distintos niveles durante su estancia en Turquía.

El drama sembrado por el terremoto estuvo muy presente en sus palabras: muchas familias todavía viven en tiendas de campaña, y se acerca el invierno. Los que tuvieron que abandonar las ciudades, intentan volver y reanudar sus vidas. Y en todo ello trabaja sin descanso Cáritas Anatolia. También se refirió a la reconstrucción de la catedral: “al mismo tiempo que reconstruimos la comunidad cristiana, también reconstruiremos la catedral con las piedras vivas, porque estas tierras tan queridas por la cristiandad no pueden ni deben quedar despobladas”. ¿Quién sabe el papel que le corresponderá en el futuro a la joven Iglesia de Anatolia, de la que apenas habíamos oído hablar?