También en la precariedad, la vida es preciosa

José Luis Restán

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Hoy me fijo en el caso del ex primer ministro de los Países Bajos, Dries van Agt y su mujer, que decidieron someterse a una eutanasia conjunta tras haber celebrado 70 años de vida en común. Tenían 93 años y una salud ciertamente frágil, pero de ningún modo eran enfermos terminales ni padecían sufrimientos insoportables. Tenían hijos y nietos, y no se puede hablar de falta de recursos o de soledad. Sencillamente, decidieron poner punto final a su vida “cogidos de la mano”, al amparo de una asociación que promueve en aquel país un “Final de Vida Voluntario”.

Lejos de mí juzgar a Dries y a Eugine, no sabemos cuáles eran sus tormentas interiores, sus oscuridades y esperanzas, y sé que no habrán caído en un vacío sin nombre sino en las manos de una Misericordia cuyo rostro es el de Jesucristo. Lo que no acepto es que se nos presente su caso como un dulce final romántico, sin drama. El drama siempre está, desde que nacemos hasta que morimos, y la cuestión es con qué mirada y con qué compañía entramos en cada uno de sus episodios para que la vida no se deshaga, sino que crezca hacia la plenitud que el corazón desea, aunque fácilmente termine aceptando rebajas. Alguien ha escrito que antes solía considerarse una tragedia que una pareja de ancianos se suicidase, mientras que ahora se celebra cada vez en más lugares. Celebración que resulta obscena cuando está en función de una campaña para ampliar más y más los límites de la eutanasia, como sucede en los Países Bajos.

Ninguno nos hemos dado la vida, tampoco la luz de la razón, la sed de justicia ni el deseo de la felicidad, ni la compañía gratuita de quienes nos aman y nos revelan que la profundidad de nuestro yo está hecha para el Infinito. Desde luego, hay otro camino: envejecer juntos, crecer en la compasión recíproca, alegrarnos con la luz en los ojos de nuestros hijos y nietos, dejarnos cuidar, reconocer que también en la precariedad la trama de la vida es preciosa, y esperar el gran abrazo de Dios que nos llama. Me pregunto si alguien les dijo todo esto a Dries y a Eugine. Espero que ya lo sepan.