Todos discípulos y todos misioneros

00:00

Todos discípulos y todos misioneros

José Luis Restán

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

En el entorno de la fiesta de San José, las diócesis españolas están celebrando el Día del Seminario. Dios es quien llama, pero no lo hace en el aire sino en un contexto humano. La comunidad cristiana es la tierra fértil donde puede brotar, arraigar y madurar la vocación sacerdotal, como todas las vocaciones en la vida de la Iglesia. Los números de nuestros seminarios, a la baja e insuficientes para la magnitud de la misión en nuestra sociedad, pueden inducirnos al típico e improductivo lamento. Lo primero que tenemos que hacer, por realismo y por amor a la verdad, es dar gracias a Dios por esos mil jóvenes que en este momento se preparan para el sacerdocio en los seminarios de España. Porque el “sí” de cada uno de ellos es un milagro de gracia y de libertad que habla, también, de una tierra cristiana que no se ha tornado estéril.

Hoy se debate mucho sobre cómo adaptar los seminarios a las necesidades del momento actual, se habla de posibles cierres y agrupaciones, de cambios en los planes de estudio y en la vida comunitaria. Todos ello es necesario, y ojalá que llegue a buen puerto. Pero no se trata sobre todo de cambios estructurales o de adaptaciones normativas, porque como dice el presidente de la CEE, Luis Argüello, en una entrevista al diario “El Norte de Castilla”, “la realidad a la que nosotros nos dirigimos es el corazón, y los caminos del corazón son más lentos”. Y esto vale para todos los ámbitos de la vida cristiana. En otro momento de la entrevista, monseñor Argüello hace una afirmación contundente que puede sorprender: “¿cuál es la primera vocación deficiente en nuestra Iglesia?, la vocación al matrimonio abierto a la vida, esa es la vocación que ha caído más”.

El verdadero reto es que todos los bautizados asumamos de manera adulta la comunión y la misión de la Iglesia: “todos discípulos y todos misioneros”. Toda vida humana es una invitación a responder a la llamada de Dios. Si nuestras comunidades viven con esa conciencia, en ellas florecerán todas las vocaciones que necesita la Iglesia.

Programas

Último boletín

09:00H | 23 NOV 2024 | BOLETÍN