En el partido de octavos de final que enfrentó a Portugal y Eslovenia y que se terminó llevando la selección lusa en penaltis, algunos aficionados grabaron como miembros de la seguridad del estadio golpeaban de forma continuada a un aficionado que se puede intuir portugués por una bandera que lleva atada al brazo.

Los motivos de por qué el aficionado fue detenido por las fuerzas de seguridad del estadio son desconocidos. Lo único que se aprecia en el vídeo es como varios guardias al mismo tiempo golpean con puñetazos y patadas a un aficionado. También se puede observar como hay un segundo aficionado, pero no recibe golpes en ningún momento del vídeo.