La CEE presenta la primera guía práctica para luchar contra los abusos: "Unifica el criterio"
Nuestro objetivo es que se actúe de forma ecuánime, correcta, justa. De forma legal y transparente
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“Adoptar los mecanismos procedimentales que permitan prevenir y combatir estos crímenes que traicionan la confianza de los fieles y causan daños físicos, psicológicos y espirituales”. Este es el principal objetivo de la Instrucción de la Conferencia Episcopal Española sobre abusos sexuales, para prevenirlos y afrontarlos, contra quienes habitualmente tienen un uso imperfecto de razón y contra aquellos a los que el derecho reconoce igual tutela, al tiempo que garantiza un modo de proceder unitario en todo el territorio de la CEE.
Así lo ha explicado Carlos López Segovia, vicesecretario para Asuntos generales de la CEE y autor de la Instrucción en la jornada organizada por la CEE donde se ha presentado el informe Para Dar Luz.El texto recoge y explica los mecanismos jurídico-procesales del derecho de la Iglesia que son obligatorios y vinculantes para todos los obispos diocesanos, y también, dentro de su propio ámbito y respecto de sus miembros, para los superiores mayores de los institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica clericales. Además, explica, “las disposiciones de esta Instrucción son también de aplicación, en la medida en que resulte procedente, a los miembros no clérigos de institutos de vida consagrada o de sociedades de vida apostólica, o a cualquier fiel que goza de alguna dignidad o desempeña un oficio o una función en la Iglesia”.
Tal y como ha explicado, Carlos Morán, decano del Trinunal de la Rota, “este documento es el primero en su especie. Esta instrucción consta de un desarrollo por artículos, con carácter más normativo que además desarrolla una norma vigente. Precisamente lo que pretendemos es desarrollar y reagrupar lo que está disperso. Cabe destacar que Juan Antonio Menéndez, quien fuera obispo de Astorga, ya había empezado a trabajar en el ámbito de la prevención. Con una visión muy integral, porque quiso que fuera acompañada de protocolos no solo de prevención, sino incluso de «detección» para poder anticiparse.
Prevención y detección de casos
Tras el mensaje del Papa Francisco que dirige una carta a los obispos norteamericanos en el que les insta a “combatir todas las formas de abuso de poder, abuso sexual y abuso de conciencia” en 2018, la primera Comisión Ejecutiva de la CEE acuerda la conveniencia de actualizar los protocolos de la Conferencia Episcopal Española. Qué databan de 2010. “Habían pasado 8 años y las normas civiles se habían actualizado con la Ley de Protección de la Infancia y de la Adolescencia. Por eso se decidió establecer una comisión para la actualización de estos protocolos. Un trabajo eminentemente de carácter procesal canónico, teniendo en cuenta que había implicaciones en el ámbito del derecho secular, sobre todo en el ámbito del derecho penal español. Por eso, al integrar todos ordenamientos jurídicos en unos mismos hechos, había que compaginarlo muy bien. Como se trata de ordenamientos jurídicos distintos, hay que buscar minuciosamente los matices y los aspectos del bien jurídico que se protege en ambos ordenamientos. No obstante, nosotros lo que hubiéramos querido hubiera sido un decreto general para que tuviera fuerza normativa. El riesgo radica en que si cada diócesis saca su propia documentación, nos podríamos encontrar aquí en España con 70 normativas diocesanas, más luego las de las distintas congregaciones. La normativa en este campo ya es lo suficientemente dispersa como para diversificar”, ha explicado López Segovia.
De lo que se trata es de ofrecer en un solo documento toda la normativa sobre la materia. “Dado que es una normativa muy dispersa, que podamos tener en un único texto todos los matices que hay que aplicar. Integrar. Pero hay que tener en cuenta que una instrucción no innova jurídicamente. Lo que debe hacer es explicar y desarrollar, basándose en el derecho vigente. Desde ese punto de vista no es que «obligue» sino que expone y presenta de una manera unificada y clara el derecho vigente que hay, que es lo que obliga. Nuestro objetivo es que se actúe de forma ecuánime, correcta, justa. De forma legal y transparente”, ha insistido Morán.
“Conocer la norma nos lleva a una precisión en la que se salvaguardan los derechos fundamentales de todas las partes que intervienen en el proceso”. Y por eso, han concluido, “es de vital importancia tener un instrumento que nos permita reducir esas posibilidades de impericia que desgraciadamente solo se solucionan con formación, con práctica, con estudio, con mucha precisión. Sobre todo en un campo tan delicado como es el de los abusos sexuales, de donde se pueden derivar consecuencias muy complicadas si no se actúa como corresponde”