Luis Ángel de las Heras invita a los religiosos “a buscar nuevos brotes de vida en este cambio de época”
En el inicio de la Asamblea General de la CONFER, el obispo presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada de la CEE anima "a ser luz en medio del mundo"
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“Sois testigos de esperanza Cristo es nuestra Luz y nuestro futuro; es nuestra esperanza. Lo anunciáis cada vez que os reunís en asamblea convocados por él”. Así ha querido comenzar el obispo de León y presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, Luis Ángel de las Heras, CMF, su discurso ante los religiosos españoles en la inauguración de la Asamblea General de CONFER.
Una de las exigencias más importantes es interpretar la situación que nos toca vivir, con sus cambios y transformaciones, tratando de afrontar los desafíos con Cristo y en Cristo. “No cabe, pues, una lectura catastrofista de la historia presente, que se alimenta del derrotismo de quienes repiten que todo está perdido. A veces se dice así y otras no se dice, pero se piensa y se transmite”.
Sois peregrinos del proceso sinodal, les ha explicado a los religiosos: “El camino sinodal en la vida consagrada es recuperación de sinodalidad extraviada en la historia de nuestras comunidades”.
El Papa repite con frecuencia que el camino en espíritu sinodal es escuchar, rezar y caminar. Por ello, les ha dicho. “En la sinodalidad continuáis realizando procesos de discernimiento e iniciaréis otros nuevos. Porque sois piedras vivas del discernimiento que necesitamos en la actualidad. No sólo dentro de vuestros institutos y familias carismáticas, sino también con otros institutos y familias y, desde luego, con las Iglesias particulares en las que os encontráis. Hallaremos caminos que nos lleven hasta nuevos brotes de vida y de luz en este cambio de época”.
Como piedras vivas del discernimiento sinodal, les ha pedido, “camináis con la Iglesia desde cada comunidad o presencia de vida consagrada, tanto en los aspectos espirituales y pastorales como en los materiales, para ir más allá de los cálculos humanos y del obligado cumplimiento, de tal modo que todos hagamos crecer la apertura, la mutua confianza y el desprendimiento en cualquier ámbito”.
Por último, les ha querido agraceder su entrega, “el espíritu evangélico y eclesial, vuestra generosidad y preocupación por los más débiles, vuestra creatividad y esfuerzo de respuestas en este momento histórico. Dios siempre os lo recompensará con creces. Como os premiará estar en las periferias existenciales caminando alegres con los descartados, sus preferidos. Sois luz que es justo agradecer”.