Colombia: La Iglesia quiere una «transición pacífica» y llama a votar a quienes promuevan la reconciliación
La directiva de la Conferencia Episcopal se ha reunido en las últimas fechas con los ocho candidatos a la presidencia de las elecciones de este 29 de mayo
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Ocho son los candidatos que este 29 de mayo se disputan la presidencia de Colombia. Y con todos ellos se ha reunido en las últimas semanas la presidencia de la Conferencia Episcopal para transmitirles un único mensaje: que el motor de su acción política, en caso de salir elegido, debe ser la búsqueda del «bien común», un desarrollo integral de las personas y la atención de los más necesitados. Los ocho han recibido como regalo dos libros: un ejemplar de la Biblia y otro de la encíclica del Papa Francisco Fratelli tutti. Como «signo de amistad social y guía para el momento actual que atraviesa el país», dicen los obispos.
El pasado viernes, 6 de mayo, el delegado de la Conferencia Episcopal para las relaciones Iglesia-Estado, Héctor Fabio Henao, hizo balance de esos encuentros ante los medios de comunicación. «La Iglesia —resume una nota oficial—lo que está llamando en el diálogo con los candidatos es a que se garantice que la transición de este gobierno al próximo sea pacífica y democrática. Queremos enfatizar que lo que está de por medio es la legitimidad de las instituciones y del Estado (…). Los organismos de control deben garantizar el ejercicio libre e independiente, sin coacciones, informado y transparente del derecho al voto».
Los obispos invitan a ejercer el derecho al voto de manera «consciente, libre e informada»; piden que se apoyen propuestas que «busquen el bien común, el respeto por los derechos humanos y apunten a la unidad»; demandan a los funcionarios públicos que se abstengan de participar en política; y llaman a rechazar «los discursos de odio, venganza e intolerancia, que se convierten en legitimadores de violencia». «La palabra —manifiestan— es la herramienta básica de la política».
Petro y «Fico» Gutiérrez, favoritos
El último sondeo demoscópico, de finales de abril, seguía dando como gran favorito al izquierdista Gustavo Petro, con una intención de voto del 43,6%. El segundo en las preferencias era el candidato de «Equipo por Colombia» Federico «Fico» Gutiérrez, con un 26,7%. De cumplirse los pronósticos, ambos se disputarían la presidencia en una segunda vuelta, el 19 de junio. La semana pasada Petro tuvo que aplazar varios actos de campaña por amenazas de muerte de un grupo narco-paramilitar. El presidente Iván Duque les quitó hierro y dijo que el candidato del «Pacto Histórico» era la persona más protegida del país. En el pasado, sin embargo, en los años ochenta y noventa, el crimen organizado asesinó a hasta cuatro candidatos a la presidencia, dos de ellos (Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo Ossa) de la izquierdista Unión Patriótica.
Jornada Nacional de Reconciliación
El 3 de mayo, día de la Exaltación de la Santa Cruz, la Iglesia celebró una nueva «Jornada Nacional de Reconciliación». Se trata de un día instituido por la Conferencia Episcopal en 2018, tras la visita del Papa Francisco, para celebrar los pasos dados en la construcción de la paz e instar a avanzar en el gran «reto» de la reconciliación.
El mensaje de los obispos para esta quinta edición se titula «La verdad os hará libres» y en él se recuerdan las históricas palabras que el Papa pronunció el 7 de septiembre de 2017 en Villavicencio: «Queridos colombianos: no tengan miedo a pedir y a ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades. Es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias. Es la hora para desactivar los odios, y renunciar a las venganzas, y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno».
Veinte años de la matanza de la iglesia de Bojayá
El día 2 se cumplieron veinte años de la masacre cometida por las FARC en la iglesia de san Pablo Apóstol de Bellavista, localidad del municipio de Bojayá (departamento del Chocó), uno de los más atroces crímenes de la guerrilla en toda su historia. En el fragor de un combate con paramilitares, un cilindro con dinamita lanzado por dos guerrilleros cayó en el templo. La explosión mató a 117 de las aproximadamente 300 personas que se habían refugiado allí. 48 de las víctimas eran niños. Todas ellas fueron enterrados al día siguiente en una fosa común. Sus cadáveres no serían exhumados y enterrados dignamente hasta 17 años después. En su visita a Colombia de 2017, el Papa Francisco rezó ante el Cristo mutilado de Bojayá, símbolo de todo el horror y sufrimiento vivido ese día.
Las FARC pidieron perdón por la masacre durante los diálogos de paz. Este 2 de mayo lo ha vuelto a hacer su excomandante Rodrigo Londoño, «Timochenko». El actual secretario general de las FARC (legalizadas ahora como partido político: «Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común») ha tuiteado: «Han pasado 20 años de la terrible masacre que cometimos las desaparecidas FARC-EP en Bojayá. Sobre estos atroces hechos sentimos vergüenza y un dolor profundo por haber martirizado a nuestro pueblo. Guardamos la esperanza de algún día sanar sus heridas y recibir su perdón».