Santoral del sábado, 4 de octubre de 2014

San Francisco de Asís

Hoy es la festividad de San Francisco de Asís, Santo que goza de gran popularidad dentro del calendario cristiano. Juan, hijo del comerciante Bernardone, nace en Asís el año 1182. Su infancia y juventud transcurrieron en medio de un deseo de aspirar a grandes puestos humanos. Sin embargo, Dios le iba a rescatar de esas pompas para llevarle por la senda de la puerta estrecha que conduce a la Salvación.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Ante este cambio de vida y aptitud, su padre intentó persuadirlo para que desistiera, pero Juan, renuncia a todo por Cristo y se cambia el nombre por el de Francisco. Así comienza su faceta de servidor de la Iglesia desde el más absoluto desprendimiento y fidelidad. Cuando está orante en San Damián, siente que el Crucifijo le habla y le dice: "Repara mi Iglesia que está en ruinas". Entonces hace una colecta en beneficio de ese templo, pero la Providencia le daría a entender plenamente que esta llamada era a revitalizar la savia de la Iglesia. Su predicación cala en el corazón de cuantos le escuchan, hasta el punto de que comienza por tener un grupo de discípulos deseosos de imitarle en su forma de vida. Con este grupo daría los pasos para fundar los franciscanos, impulsando también, posteriormente, las damas de San Damián (con la ayuda de Santa Clara) y la orden tercera para seglares. El hábito de la Orden Franciscana es un sayal, tal y como instituyó el propio San Francisco, para aludir al sentido penitencial y de pobreza, según el consejo del Evangelio que recuerda: "Si quieres ser perfecto vende cuando tienes y dáselo a los pobres para tener un tesoro en el Cielo". Su sentimiento de indignidad para ejercer el Ministerio Sacerdotal le lleva a quedarse en Diácono. Su contemplación de Dios en todo lo creado le da un carisma especial en el trato natural con las cosas creadas. Muere el año 1226. Según la tradición es el creador del Belén navideño ya que tras volver de Tierra Santa, en la Nochebuena siguiente durante la Misa del Gallo, entroniza de forma plástica al Niño Jesús, María y José con buey y una mula, signo de la mansedumbre de los animales que había en el establo. Iconografía: Se le representa con el hábito franciscano y con un crucifijo en la mano. Otras veces, rodeado de los pajarillos y de las flores. Otros Santos: Marcos, Bonifacio y León.