FOTOGRAFÍA EXPOSICIÓN

Christophe Brachet, una declaración de amor al oficio del cine a través de su cámara

Christophe Brachet, uno de los grandes fotógrafos de las estrellas del cine francés, ha sido considerado un "amante" de los actores y actrices a los que fotografía, pero él asegura que lo suyo es una declaración de amor a todo el oficio del cine, también a los técnicos que no aparecen en la pantalla.

Agencia EFE

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Christophe Brachet, uno de los grandes fotógrafos de las estrellas del cine francés, ha sido considerado un "amante" de los actores y actrices a los que fotografía, pero él asegura que lo suyo es una declaración de amor a todo el oficio del cine, también a los técnicos que no aparecen en la pantalla.

Brachet inaugura este miércoles en la Alianza Francesa de Málaga "Les coulisses du cinéma", su primera exposición en España, con más de una treintena de imágenes que permanecerán instaladas hasta el próximo 22 de diciembre con motivo del vigésimo noveno Festival de Cine Francés de esta ciudad.

Suele plasmar a las estrellas no solo durante el rodaje, sino también entre bambalinas o durante la sesión de maquillaje, en momentos más íntimos, y para ello admite que es necesaria "una relación de confianza muy fuerte".

"Ellos viven de su imagen y están muy estresados por salir bien en la foto. Esa relación de confianza, como la alcanzada con Isabelle Adjani o Jean Dujardin, se forma durante muchos años, porque son muy susceptibles y solo lo permiten a alguien de mucha confianza", explica.

Añade que esta situación se da especialmente con las actrices, que "están especialmente preocupadas por su imagen y tienen mucha presión para que parezca que el tiempo no pasa por ellas, por lo que hay que construir una relación muy fuerte".

"Quiero mostrar cómo es la parte que no se ve en el cine, toda la maquinaria, no solo las fotos de promoción de las películas y del escenario, sino también la dirección artística o la comunicación del director con los actores", resalta Brachet.

Su deseo es "que lleguen al máximo número de personas todas las profesiones que hay en el cine, como el maquillaje, ese trabajo artesanal, y que las nuevas generaciones puedan descubrir vocaciones".

Sus inicios como fotógrafo fueron muy distintos, porque comenzó trabajando bajo el agua, tomando fotografías submarinas en Martinica, pero cree que ambas temáticas tienen puntos en común.

"Pueden parecer dos mundos aparte, pero son universos paralelos, porque la fotografía submarina me ha enseñado a hacer un enfoque silencioso cuando quería fotografiar a un tiburón. Desde el principio, en el cine me dijeron que debía ser silencioso, algo muy necesario en un rodaje".

Agrega que no creció en una familia relacionada con el séptimo arte, pero ya cuando estaba en Martinica deseaba trabajar en el cine, porque "ama" esta profesión", y desvela que la película con la que sintió definitivamente esta vocación fue una relacionada con el mar, "El gran azul" (1988), de Luc Besson.

Brachet insiste en que, en su trabajo durante los rodajes, necesita "ser como un gato, muy discreto y silencioso", y considera que, con sus fotos en blanco y negro, captura "lo esencial y la emoción del cine", y puede "fijar en el tiempo" estos trabajos, que se convierten en un "archivo" de las películas.

Otros artistas presentes en las fotografías de la exposición son Marion Cotillard, Vincent Cassel, Mathieu Amalric, Charlotte Gainsbourg, Adele Exarchopoulos, Isabelle Huppert, Monica Bellucci, Julliette Binoche o Sigourney Weaver.