Emily Brontë, Mary Shelley o J.K. Rowling: otras escritoras que usaron seudónimo
A lo largo de la historia de la literatura, hay muchos autores que han tomado esta decisión
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Carmen Mola. Bajo este seudónimo, tres hombres se han hecho con uno de los galardones más importantes de la literatura en español. El Premio Planeta. Según contaron Jorge Díaz, Antonio Santos Mercero y Agustín Martínez en 'Fin de Semana', estaban "felices" porque eran lo que buscaban. Así lo comentaba uno de ellos a Cristina López Schlichting: "Lo que hemos hecho es un cambio drástico, de novela policíaca e histórica. Ese cambio, que era nuestro reto, abrir horizonte y perspectiva, es lo que queríamos. Porque escribir a seis manos ya estábamos acostumbrados, somos guionistas de televisión".
Otro de los nombres detrás de 'La Bestia' es el de Antonio Santos Melero, que explicó cómo se fraguó el seudónimo. "Sencillamente es un seudónimo, es azaroso. Manejamos nombres en inglés, pero al final nos gustó Carmen Mola, sonaba muy español". Una escritura muy compleja, ya que se hizo a seis manos y que provocó que el proceso de elaboración fuese mutando durante los cuatro libros que tienen bajo Carmen Mola, en los que han creado un estilo conjunto.
Ellos son los últimos en sumarse a una extensa lista de autores que, dentro y fuera de nuestras fronteras, han decidido esconderse bajo un seudónimo por múltiples motivos. Discriminación de sexo o únicamente para preservar su identidad, son algunos de los múltiples motivos que llevan a grandes estrellas de la literatura a adoptar esta decisión. Emily Brönte, Mary Shelley, J.K Rowling o Pablo Neruda, son algunos de los escritores que han dejado huella con nombres que no son los suyos realmente.
Emily Brontë
Ya hace más de 200 años que 'Cumbres Borrascosas', obra estrella de esta autora, vio la luz. La publicó bajo el seudónimo masculino de Ellis Bell. Emily fue la quinta de seis hermanos que perdieron pronto a su madre y estuvieron al cuidado de su padre. Junto con sus hermanas, esta escritora creó un mundo imaginario que todavía hoy influye en millones de personas que leen sus relatos.
Mary Shelley
La autora de Frankestein también ocultó su verdadera identidad y algunos llegaron a considerar que el poeta estaba detrás de esta obra. En aquella época, las escritoras eran minoría y eran despreciadas. De ahí que tuviese que tomar aquella decisión.
J. K. Rowling
La creadora de Harry Potter escondió su verdadero nombre para parecer que los títulos los escribía un hombre, tal y como se lo impuso la editorial. Además, tras conseguir la fama por sus obras, volvió a escoger un seudónimo masculino para su saga de novela negra.
Amelia Drake
Tras ese seudónimo se encuentran Pierdomenico Baccalario y Davide Morosinotto, escritores de novela juvenil. Por motivos comerciales y para no poner en riesgo su marca personal, decidieron firmar sus obras bajo este nombre.
Yasmina Khadra
Es el seudónimo de Mohammed Moulessehoul, un escritor miembro del ejército argelino que decidió utilizar otro nombre para evitar represalias. El autor, según publica actualidadliteratura.com, dijo que quería homenajear a la mujer argelina por el coraje y esperanza que demostraban ante los numerosos conflictos que sufren en una sociedad tan restritiva como en la que viven.