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Daniel Luque
La sonrisa del humorista Gregorio Sánchez, más conocido como Chiquito de la Calzada, se hace eterna en su Málaga natal, una ciudad que él amaba y de la que presumía, y su figura deja a partir de este miércoles una huella imborrable tras la inauguración de una estatua en su honor.
La escultura simboliza la alegría que transmitía a las miles de personas a las que Chiquito sacó una o más carcajadas en vida. Destaca su inolvidable risa, una que el del barrio de la Trinidad nunca perdía, según todos los que le conocían y pudieron disfrutar de su arte.
En el acto de inauguración de la estatua de bronce de casi dos metros, obra del escultor Ramón Chaparro y promovida por la Asociación de Humorismo Español (Ashumes), han estado algunos colegas, amigos y familiares de Chiquito, como Manolo Sarriá, Bigote Arrocet o Tomás García.
UNA ESTATUA QUE PARECE COBRAR VIDA
Según algunos, a esta figura le faltaban unos pocos minutos para cobrar vida y echar a andar, pues su posición recuerda a los pasos tan característicos de este pecador de la pradera. Sus compañeros de profesión desearían que este no se quedara quietor y se lanzara al ataquer con una ronda de chistes.
La perfección de su pelo, su traje, sus botas, los tendones de sus manos y las arrugas en la cara sorprendía a los presentes, que se han dado cuen del cariño con el que los impulsores y el escultor de la estatua han recreado a Chiquito.
Alrededor de un centenar de personas se ha dado cita en el parque de la capital malagueña que lleva su nombre para aplaudir y agradecer a Chiquito de la Calzada todo lo que el humorista ha hecho por Málaga, paseando el nombre de la ciudad con orgullo.
Al comienzo del acto, presentado por el presidente de Ashumes, Tony Antonio, que ha manifestado que la estatua está viva y pone la carne de gallina, estaba prevista la intervención de Tomás, el hermano de Gregorio, que ha tenido que delegar en su hijo y sobrino de Chiquito la responsabilidad de leer una carta por lo emocionado que estaba.
UN MERECIDO HOMENAJE PARA UN GRANDÍSIMO HUMORISTA Y PERSONA
Su sobrino, Juan Tomás Sánchez, ha explicado a Efe que Chiquito, además de ser un grandísimo humorista, era una buenísima persona que al fin tiene su merecido homenaje. Ha añadido que siempre podrán admirar la sonrisa de su tío en recuerdos y en fotos, pero tras la inauguración de su estatua, van a tenerla muy presente.
¿Cómo alguien tan chiquito pudo tener un talento inmenso?, se ha preguntado el sobrino del humorista, que admira a su tío porque les dejó el amor y humor, las dos cosas que hacen feliz a tanta gente y recuerda que, para Gregorio Sánchez, hacer reír era tan fácil que no valoraba su talento.
Su amigo y compañero Manolo Sarriá, emocionado, ha contado a Efe que vivió muchas cosas con él y muchos años de humor por lo que ver su figura le da sentimiento y agradece que se haya colocado en su parque un homenaje para una persona entrañable que va a quedar perpetuada en el tiempo.
El humorista Bigote Arrocet ha recordado su admiración por Chiquito de la Calzada, una persona a la que conoció en profundidad y con la que llegó a residir durante seis meses y asegura a Efe que cuando mira la estatua, lo ve a él.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que confiesa que es una pena no haber podido hablar más con una persona formidable, ha estado acompañado por ciudadanos y representantes de diversos partidos políticos, que se han reunido para dar el último adiós al genio malagueño y dedicarle un Hasta luego Lucas.