La verdadera historia del apellido Windsor: ¿Por qué Jorge V decidió borrarlo?
Desde 1974 hasta nuestros días la Familia Real de Gran Bretaña debería tener un apellido alemán y no el apellido Windsor. ¿Conoces la historia?
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Fue el rey Jorge V quién decidió que el apellido Windsor empezase a formar parte de la Familia Real Británica. Esto se debe a que en la Primera Guerra Mundial se avergonzasen del apellido real, Hannover, al tener un origen alemán y no un origen inglés. Pese a que la palabra "Windsor" pueda parecer más inglesa que el propio té, todo ello es falso pues es un apellido que se utilizó para ocultar la verdadera procedencia del apellido de la familia. Al apellido Hannover hay que sumarle algún que otro Middleton, Ferguson o Spencer.
Fue en el siglo XVII cuando empezó esta dinastía que tanto avergüenza a la Familia Real Británica. Durante casi 200 años los reyes ingleses fueron apellidados Hannover y esto es debido a que un primo segundo de dicha casa aprendió a hablar inglés y heredó la corona cuando la reina Ana I murió en 1714 sin descendencia tras 18 embarazos con trágico final debido a abortos, partos de riesgo y enfermedades.
En años de preguerra el trono era de apellido alemán desde 1840 con la unión de la reina Victoria de Hannover con Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha.
¿Cómo surge la Casa de Hannover?
La dinastía alemana reinante en Gran Bretaña desde 1714 hasta nuestros días, tiene su origen en una casa nobiliaria establecida en Suabia y Baviera desde el siglo IX. En el siglo XVII, Ernesto Augusto (1629-98), duque de Brunswick-Luneburgo, unificó bajo su mando diversos territorios del noroeste de Alemania, agrupados en torno a la ciudad donde residía -Hannover-, obteniendo del emperador Leopoldo I su constitución en feudo hereditario para los primogénitos varones de su linaje, con la dignidad de electores del Imperio (1692). Se casó con Sofía, hija del elector del Palatinado y nieta de Jacobo I de Inglaterra, enlace por el que la Casa adquirió derechos sobre el Trono inglés.
Todos estos derechos los hizo efectivos su hijo Jorge I (1660-1727), des este modo accedió al Trono de Gran Bretaña en 1714, como consecuencia de la muerte sin descendencia de Ana I y de la Ley de Establecimiento de 1701, que excluía a los católicos de la sucesión. La Casa de Hannover sustituía así a la de Estuardo sobre el Trono de Gran Bretaña (recién unificada en 1707).
Desde ese momento, todos los sucesores del trono de Jorge I fueron adquiriendo el apellido Hannover hasta que llegó Jorge V.
Jorge V era muy “anti alemán”, tanto es así que odiaba a sus propios primos y abuelos que eran de origen germano. Durante los primeros años de la guerra el sentimiento inglés era puramente anti germánico y por eso el rey decidió renunciar a sus propios orígenes para apoyar y defender los deseos de Reino Unido.
EL fin del apellido Hannover en la Familia Real Británica
En el año 1917, el rey Jorge V, redactó un documento en que renunció a todos sus títulos nobiliarios germanos y, sobre todo, a su apellido. Cuando el documento se leyó ante todo el pueblo, se celebró con alegría. Aquel rey ‘anti alemán’ borró y ocultó su propio origen familiar germano.