Bernie Madoff, el cerebro de la mayor estafa piramidal de la historia: un fraude de 18.000 millones
Su fraude fue descubierto el 10 de diciembre de 2008 debido a la crisis financiera y se calcula que manejó unos 65.000 millones de dólares y estafó unos 18.000 millones
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Las ansias de dinero llevan en ciertos casos a que se haga cualquier cosa con tal de seguir sumando ceros a la cuenta bancaria. El caso más sonado es el del fraude de Bernie Madoff, un estafador estadounidense que perpetró el mayor fraude de la historia de Wall Street.
Bernie Madoff empezó a familiarizarse con las inversiones a los 22 años operando con 5.000 dólares que había conseguido con trabajos temporales de verano. A pesar de sus orígenes humildes, la ambición y el capitalismo de este estadounidense no tenía límites y comenzó a crecer en Wall Street. En 1960 fundó Bernard L Madoff Investment Securities y con el paso de los años se convirtió en una de las marcas más importantes de conexión entre compradores y vendedores, llegando a presidir la bolsa de valores Nasdaq.
La clave de su éxito fue una estafa piramidal que funcionó a gran escala durante 20 años y utilizaba el dinero de nuevos inversores para pagar los intereses a los antiguos y se calcula que llegó a manejar 65.000 millones de dólares. Las operaciones eran falsas, los informes eran falsos y los supuestos beneficios también eran falsos. Era considerado un emblema de las inversiones, su familia veía en él un referente y sus inversores confiaban plenamente en él. Esta tarea la realizaba con ayuda de algunos empleados de confianza y a espaldas de su familia, aunque se dice que su mujer podría haber conocido algo de estas operaciones.
Todo era demasiado bonito para ser cierto, pero los inversores confiaban por su simplicidad y gran reputación. Tan grande era su prestigio en el mundo bursátil que en la mayoría de las ocasiones no era él quien pedía a los inversores que entrasen en su empresa, sino que eran los propios millonarios quienes querían invertir en esa oportunidad exclusiva. Las rentabilidades no eran demasiado elevadas para hacer sostenible el negocio, pero les proporcionaba algo imprescindible para un entorno tan volátil: estabilidad. Tal era esta que en muchas ocasiones la rentabilidad se repetía, algo que hizo que se empezase a sospechar cuando vieron que las gráficas no fluctuaban sino que eran constantes, y esto en la Bolsa no ocurre durante periodos muy largos.
La primera periodista en denunciar sus sospechas de que la empresa era una estafa fue Erin Arvedlund, periodista de la revista financiera ‘Barron’s’ basándose en la tendencia regular de sus inversiones. El regulador de mercado de Estados Unidos (SEC) realizó una investigación en base a estas informaciones publicadas por la periodista, algo a los que contestó Bernie Madoff despreciándola refiriéndose a ella como “la imbécil esa de Barron’s”, aunque era consciente que con una simple investigación sería descubierto, pero los trabajadores no indagaron en el asunto y se pospuso la debacle. También trató de delatarle al SEC Harry Markopolos, enviando informes que justificaban el fraude bursátil de la empresa, pero el organismo ignoró sus argumentos.
La crisis de 2008 destapó la estafa
Finalmente, en 2008 con la crisis financiera salió a la luz toda la verdad. La recesión económica provocó que los millonarios inversores de la empresa de Bernie Madoff quisiesen sacar una gran suma de dinero por valor de 7.000 millones de dólares. Al ser una estafa, la entidad no podía hacerse cargo de una suma tan elevada porque no contaba con nuevos clientes que hiciesen frente a esta retirada de dinero y, aunque trató de convencer a nuevos clientes para compensar esta suma, no lo pudo conseguir y se destapó todo la trama. Al ser detenido el 10 de diciembre de 2008, él mismo comentó a los investigadores sobre su delito: “Era tan simple, tan burdo, que con molestarse en hacer una sencilla comprobación lo habrían descubierto”.
En total, la Justica de Estados Unidos calcula que Bernie Madoff estafó un total de 18.000 millones de dólares a todo tipo de inversores, ya sean millonarios o gente con una pequeña cantidad de ahorros, de los que solo se han recuperado unos 14.000 millones. Entre esta gran lista, se encuentra Wunderkinder, la fundación benéfica del director de cine Steven Spielberg, bancos de Reino Unido, el Royal Bank of Scotland, el Banco Santander, HSBC Holdings, Nomura Holdings, Pedro Almodóvar, Kevin Bacon y demás personalidades e instituciones de renombre, incluso al Premio Nobel de la Paz y superviviente de Auschwitz, Elie Wiesel.
En 2009, Bernie Madoff fue condenado a 150 años de cárcel por estafa. Sus amigos e inversores no querían saber nada de él por haberles arruinado y le deseaban el peor de los finales y su familia le odiaba por haberse visto envueltos en la mayor estafa de la historia. De hecho, su hijo mayor Mark se suicidó dos años después en Nueva York por no poder soportar la presión de tal escándalo y Andrew, su otro hijo, murió en 2014 a causa de un cáncer de sangre del que él mismo culpaba a su padre por la tensión que tuvo que soportar por la repercusión de la estafa.
A los 82 años, Bernie Madoff murió por causas naturales, repudiado por todo aquel que le conocía y solo en la cárcel tras 12 años en prisión.