La Bolsa cierra en negativo lastrada por el aparatoso desplome de las acciones de Grifols

El índice Ibex 35 se ha dejado al cierre un 0,67 por ciento, hasta 10.001 puntos. El mes de febrero se ha saldado con una pérdida del 0,75 por ciento. Los inversores han vuelto a penalizar con saña a las acciones de Grifols. Su cotización se ha desplomado un 34 por ciento,

Los inversores han torcido el gesto al constatar que las cuentas de la compañía se han presentado sin contar con la firma de uno de sus consejeros y, sobre todo, sin la firma de la empresa auditora. Se espera que KPMG remita su auditoría en los próximos días. Las cifras puras y duras indican que han crecido los ingresos de la empresa de hemoderivados,

Tampoco han tenido un buen día las acciones de la central de reservas Amadeus, que se han dejado cerca de un 7 por ciento. En esta caso los bolsistas

Se trata de una compañía de servicios financieros especializada en el proceso de pagos. Es una operación muy ambiciosa valorada en 7.000 millones de dólares. Pérdidas importantes también en IAG, a pesar de que ha multiplicado su beneficio por seis, hasta 2.655 millones de euros.

Sin embargo, la aerolínea retrasa la vuelta al pago de dividendo. Por el contrario, ha subido con fuerza la cotización de Fluidra. Ha sumado más de un 8 por ciento, a pesar de que su beneficio se redujo un 29 por ciento, hasta 114 millones de euros.

En el ámbito macro, los mercados han tenido que analizar varios datos de inflación de gran relevancia. El crecimiento del IPC de España se ha moderado seis décimas en febrero, hasta el 2,8 por ciento. La subyacente, -que no tiene en cuenta los elementos más volátiles como la energía y los alimentos frescos-, se ha reducido dos décimas, al 3,4 por ciento. También ha mejorado el de IPC Alemania.

Poco a poco la inflación va convergiendo hacia el objetivo del 2 por ciento que maneja el Banco Central Europeo.

También la Bolsa de Nueva York se pasea esta tarde por niveles récord en sus índices Dow Jones y S&P 500. Los inversores han saludado la buena evolución del deflactor de consumo privado, el PCE por sus siglas en inglés, que es el indicador de inflación que más de cerca vigila la Reserva Federal. El PCE se ha colocado en el 2,4 por ciento en su tasa general anual y en el 2,8 en la subyacente.