Los líderes europeos se reúnen en Bruselas para encontrar un acuerdo que permita superar la crisis

La negociación enfrenta a países como España, Francia o Italia, partidarios de ayudas amplias, a Suecia, Holanda o Austria, partidarios de condiciones más duras

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José Luis Concejero

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Ha llegado el momento de la verdad. Después de varias reuniones por videoconferencia, este viernes comienza la primera cumbre presencial desde el estallido del coronavirus. El objetivo de este encuentro es que los líderes europeos aprueben el fondo de reconstrucción y el presupuesto plurianual de la Unión Europea para los próximos años.

Con 180.000 muertos por la pandemia en Europa, una caída del PIB de más del 9 por ciento y millones de empleos perdidos, la presión es enorme para que se alcance un acuerdo este fin de semana. De todas formas, en las últimas horas fuentes diplomáticas en Bruselas han querido dar un baño de realidad a la situación y han dejado claro que “el acuerdo no está garantizado”.

Varios países, los denominados frugales y encabezados por Países Bajos, quieren reducir el tamaño del fondo de reconstrucción dotado con 750.000 millones de euros repartidos en transferencias y créditos que los países tendrán que devolver en el futuro. España sería detrás de Italia el país más beneficiado por este fondo con unos 144.000 millones de euros.

Este grupo de países exige también a España e Italia, condicionalidad, es decir reformas a cambio del dinero que van a recibir. Además, no se quedan ahí, quieren tener la capacidad de controlar el destino del fondo y exigir las reformas que estimen necesarias.

Gobiernos como el Italiano y el español, los que más han sufrido la pandemia y que necesitan este fondo con más urgencia, no quieren perder soberanía económica y se niegan a este control férreo sobre sus cuentas. La clave de esta cumbre está la capacidad de legar a un punto intermedio.

Este viernes comienza la primera cumbre presencial en Bruselas. Los líderes europeos llegan a la capital comunitaria sin saber muy bien cuándo terminará esta cumbre, si habrá acuerdo o tendrán que convocar otra en los próximos días. En esta ocasión y por motivos de seguridad los periodistas no pueden acceder al edificio del Consejo y las delegaciones de los países se han visto obligadas a reducir su tamaño.