La mejora de la eficiencia energética en las viviendas: ahorro en la factura, pero difícil amortización

Mientras los precios de la luz y el gas siguen subiendo, las familias optan por hacer reformas en sus viviendas e instalar sistemas de autogeneración

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Las familias siguen buscando fórmulas para el ahorro energético. El aumento de los precios y la concesión de ayudas europeas se han sumado a las razones ambientales para disparar la cantidad de personas que optan por mejorar la eficiencia de sus viviendas. Actualmente, ocho de cada 10 edificios son ineficientes energéticamente en España. Con esta situación, el país vive un auge del autoconsumo.

Mejorar la eficiencia no pasa solo por reducir el consumo de gas o de electricidad o por instalar sistemas de autogeneración, sino también por tener un aislamiento térmico adecuado del que carecen la mayoría de los inmuebles. Pero, ¿cuánto cuestan estos sistemas? ¿De cuánto puede llegar a ser el ahorro? ¿Cuándo se amortiza la inversión y qué ayudas hay para llevar a cabo este tipo de reformas?

El principal problema que se encuentra el ciudadano que busca estas formas de mejorar la eficiencia energética de sus casas es que estos sistemas requieren una inversión previa que lleva años para amortizar. Ni el hecho de que se den ayudas públicas facilita la gestión. Alicia tiene una familia de seis miembros y ha colocado una caldera de pellets y placas solares: "Sí que se ahorra en la factura de la luz, pero para amortizarla tenemos que estar pagando durante 10 años".

A finales del año pasado había más de 64.400 instalaciones fotovoltaicas en España, cuyo impacto en la factura puede oscilar entre el 12% y el 48%. Más eficaz es hacer un combinado para reducir el gasto en calefacción como el de la aerotermia y las placas solares. Antonio López Nava representa a las empresas de eficiencia energética: "La inversión puede rondar los 15.000 euros y un ahorro aproximado del 50% de la energía que podríamos conseguir. Pueden tener una ayuda o subvención del 50% que podría ser amortizada en tres o cuatro años".

La instalación de estos sistemas no entraña muchas complicaciones. Cuando se colocan sobre tejados, los instaladores primero comprueban si soporta el peso de los paneles. Una vez se comprueba, se instalan, se lleva el cableado hasta la casa y se completa la operación. El inversor es el encargado de transformar la corriente continua producida en corriente alterna disponible para su uso doméstico.

Se agotan las ayudas

Este auge del autoconsumo también se ha visto favorecido por el desarrollo tecnológico y la mejora del rendimiento de las placas fotovoltaicas que dan más potencia en el mismo espacio. La financiación gubernamental ha sido definitiva para que muchos hayan dado este paso. No obstante, la primera remesa de ayudas europeas procedente de los fondos Next Generation para este tipo de instalaciones se está agotando.

Otra opción es el aislamiento térmico de las fachadas y las ventanas, que tiene un plazo de amortización que puede llegar a los nueve años, según el sector. Las viviendas unifamiliares son los edificios donde mayor número de instalaciones de este tipo se están colocando, por delante de bloques de pisos o empresas.