¿Por qué las ayudas contra la crisis energética no llegan al 60% de beneficiarios?: "Podría ser más eficaz"
El investigador Roberto Barrella explica a COPE que las ayudas están, pero no las solicitudes"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El precio de la luz es hoy un 40% inferior a hace un año y el gas nos cuesta casi un 55% menos. Aun así seguimos por encima de los niveles prepandemia. Quienes sufren más la situación energética que vivimos son los colectivos más vulnerables o los que están en riesgo de serlo. Cuatro de cada diez consumidores no pueden mantener una temperatura adecuada en sus hogares y el 9,5% no paga a tiempo sus facturas energéticas. Y es que a pesar del despliegue de ayudas contra la pobreza energética, este salvavidas no llega al 60% de los potenciales beneficiarios.
El bono eléctrico individual, que está vinculado al bono térmico, lleva en vigor desde septiembre de 2021 y debía cubrir a 1,9 millones de hogares, pero solo se han beneficiado de él 1,35 millones. Es decir, un 29% de los hogares siguen sin acogerse a él. En octubre de 2022 se ampliaron las ayudas y se creó un nuevo bono eléctrico que permite ahorrar hasta un 40% en la factura de la luz para los nuevos consumidores vulnerables afectados por la crisis energética. Esta ayuda está destinada a 1,5 millones de potenciales beneficiarios, pero solo se han acogido a él 10 mil. Es decir, un 99% de las ayudas todavía están desiertas.
En COPE hemos hablado con Roberto Barrella, Investigador de la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas, quien ha explicado que “las ayudas están, pero no las solicitudes. Esto se debe a que existe una falta de información. Además, existe otra barrera, que es todo el papeleo que hay que hacer a la hora de solicitarlo”. Hay que adjuntar el modelo de solicitud; una fotocopia del NIF de todos los miembros del hogar; la acreditación del estado civil mediante una hoja del registro civil; en el caso de las familias numerosas, un documento que lo justifique; y la documentación que acredite su renta. La solución pasaría por más información y menos burocracia para quien lo solicite.
“Proponemos una solución muy sencilla. Quien lo necesite que lo solicite y automáticamente que se pueda comprobar a través de las bases de datos de Hacienda si son beneficiarios. Haciendo un cruce de datos se podría llegar a asignar de manera mucho más eficaz y más rápida estas ayudas”, explica Barrella.
Lo que si ha funcionado es la reducción del IVA del 21 al 5% y del 95% de los cargos en la factura eléctrica. “Solo estas medidas han evitado que 200 mil hogares entren en riesgo de pobreza energética”, cuenta el Investigador de la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas. “Tanto la excepción ibérica y las reducciones fiscales han reducido un 23% la factura eléctrica”, añade el experto.
Los expertos, además de seguir impulsando medidas de emergencia como las comentadas anteriormente, recomiendan crear planes contra la pobreza energética e impulsar medidas estructurales para mejorar la eficiencia energética.