ENERGÍA NUCLEAR
Ribera recuerda que ninguna empresa quiere invertir en nucleares en España
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado que no hay ninguna empresa que quiera invertir en nuevas centrales nucleares en España y ha subrayado que la emergencia climática obliga al despliegue de tecnologías limpias, como las renovables, cuya instalación sea más rápida y barata.
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado que no hay ninguna empresa que quiera invertir en nuevas centrales nucleares en España y ha subrayado que la emergencia climática obliga al despliegue de tecnologías limpias, como las renovables, cuya instalación sea más rápida y barata.
"El Gobierno no tiene nada en especial en contra de la nuclear pero sí piensa que hay mejores alternativas para España desde el punto de vista industrial, energético y social", ha dicho Ribera tras ser interpelada por la diputada de Ciudadanos María Muñoz sobre por qué España va a contracorriente de Europa y no apuesta por la energía atómica.
Ribera ha subrayado que en España, el plan de cierre nuclear cuenta con el apoyo de todos los actores implicados (empresas, presidentes autonómicos, alcaldes y representantes de la sociedad civil), a diferencia de otros países, en los que ha sido decido por los gobiernos de forma unilateral y sin diálogo.
Del diálogo que dio lugar al plan español, se sacaron tres conclusiones: había algunos que querían el cierre inmediato, otros que estaban dispuestos a invertir para alargar la vida útil de las centrales unos años y que nadie estaba dispuesto al despliegue de un nuevo plan de desarrollo nuclear en nuestro país, ha dicho la ministra.
El cierre nuclear se prolongará hasta finales de la década de los treinta en función de un calendario pactado, principalmente, "porque en España no hay ninguna empresa que crea rentable construir u operar nuevas centrales nucleares", ha insistido.
Ribera ha recalcado la necesidad de actuar deprisa para cumplir los objetivos de París, porque no hacerlo sitúa en un escenario "terrorífico" y, tras agradecer la aportación de los científicos a la lucha contra el cambio climático, ha criticado la protesta protagonizada por miembros de Rebelión Científica en la que han lanzado pintura roja contra la fachada del Congreso.
"No comparto que lanzar pintura contra la fachada de las Cortes Generales sea la mejor manera de alcanzar nuestros objetivos. No creo que sea la mejor manera de conseguir el respaldo masivo que necesitamos", tanto de diputados como de la sociedad en general, ha lamentado Ribera.
El mensaje más importante, ha subrayado, es que el cambio climático se está acelerando, que se está en un punto enormemente preocupante y muy peligroso, y que se debe conseguir inmediatamente una reducción muy significativa de las emisiones.
"Necesitamos más, más deprisa y más eficaz, y esas son precisamente las tres limitaciones que presenta la nuclear, que ni es más rápida ni es más eficaz desde el punto de vista económico, ambiental y social", ha asegurado
En este sentido, ha señalado que la nuclear es la tecnología más cara porque a la inversión para construcción hay que sumar los elevados costes que conlleva su mantenimiento y operación con garantías de seguridad, y la gestión de los residuos, según Ribera, que ha aprovechado para recordar que el 40 % del uranio que consume España procede de Rusia.
Entre 1985 y 2019, España ha destinado 6.300 millones de euros a la gestión de residuos radiactivos, a los que habrá que sumar otros 16.700 millones de aquí a final de siglo, según la ministra, que ha recordado que, además, trascurren décadas entre que una planta nuclear se proyecta y comienza a funcionar.
Por contra, los proyectos renovables tardan entre 3 y 5 años con unos costes muy inferiores permitiendo "unos precios enormemente competitivos y arrastrando empleo, innovación y capacidad de disponer de electricidad a buen precio".
"Creemos que si los siglos XIX y XX fueron los siglos de las térmicas, del carbón, de los combustibles fósiles y del uranio, el siglo XXI es, definitivamente, el siglo de las renovables, del hidrógeno verde y de la capacidad de almacenamiento" y España está "extraordinariamente bien posicionada", ha dicho.