Así fueron los últimos momentos de vida de José Antonio Primo de Rivera

El líder de la Falange Española fue fusilado el 20 de noviembre de 1936 

Así fueron los últimos momentos de vida de José Antonio Primo de Rivera

Rodrigo Paz

Publicado el - Actualizado

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Hablar de José Antonio Primo de Rivera es hablar de la derecha española del primer tercio del S.XX. Primogénito del dictador Miguel Primo de Rivera, abogado, político y fundador del Movimiento Español Sindicalista, un movimiento político de carácter totalitario que más tarde conoceríamos como la Falange Española, partido político del que sería el propio José Antonio su presidente.

Creación de la Falange y las JONS

El 29 de octubre de 1933 fue fundada la Falange Española durante un acto en el Teatro de la Comedia de Madrid. Acto que abrió con un breve discurso de José Antonio Primo de Rivera en el que el político madrileño se definió contrario al Estado liberal parlamentario.

En las elecciones de noviembre de 1933 el partido obtuvo un escaño en las Cortes por la provincia de Cádiz, zona en la que la familia Primo de Rivera contaba con una gran influencia, pero fue en 1934 cuando el partido adquiría una mayor influencia al fusionarse con las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista de Onésimo Redondo y Ramiro Ledesma. La unión creó la Falange Española de las JONS.

Arresto y muerte

José Antonio Primo de Rivera había mantenido un importante papel dentro de la política española durante un periodo caracterizado por una gran inestabilidad, la Segunda República. Una etapa de la historia de España en la que los enfrentamientos entre grupos de izquierdas y de derechas se encontraba a la orden del día, disputas de las que José Antonio Primo de Rivera tampoco se libró.

Sus ideas le crearon numerosos enemigos, alguno de los cuales se dice que estuvo detrás de su arresto, que se produjo el 14 de marzo de 1936 en la ciudad de Madrid, cinco meses antes de la Guerra Civil Española. La detención tuvo lugar bajo la acusación de posesión ilícita de armas. Al día siguiente, José Antonio era ingresado en una cárcel de la capital, la cárcel Modelo, lugar en el que permanecería hasta el 5 de junio de 1936, momento en el que seria trasladado a la prisión de Alicante.

El 20 de noviembre de 1936, el fundador de la Falange Española era fusilado y enterrado en una fosa común de la cárcel alicantina. Pocos detalles se conocen de su muerte, aunque el periodista e investigador José María Zavala recoge en su obra “Las últimas horas de José Antonio” diversos documentos inéditos que revelan que la ejecución del fundador de la Falange Española no se trató de un simple fusilamiento.

Los disparos que aquel 20 de noviembre de 1936 arrebataron la vida de José Antonio Primo de Rivera cuenta José María Zavala en su obra que no estuvieron precedidos de la reglamentaria orden de “fuego”, fueron efectuados de manera indiscriminada, en varias descargas y todo esto, a apenas tres metros de distancia. Una auténtica carnicería que el régimen de Franco nunca dio a conocer.

La otra exhumación

Dos años después de su muerte, el cuerpo de José Antonio fue trasladado al nicho número 515 del cementerio de Nuestra Señora de los Remedios, lugar en el que descansaría hasta el término de la Guerra Civil cuando el general Francisco Franco decidió exhumar sus restos al monasterio de San Lorenzo de El Escorial

La exhumación tuvo comienzo en el tercer aniversario de la muerte del fundador de la Falanje Española. El traslado de los restos se produjo durante diez jornadas en las que numerosos falangistas llevaron a brazos el cuerpo de José Antonio Primo de Rivera desde Alicante hasta el monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Allí permanecería hasta el 29 de marzo de 1959, día en el que el feretro era nuevemente trasladado, esta vez sí, para descansar en paz en el Valle de los Caídos sin ser nuevamente trasladado.

Permanencia en el Valle de los Caídos

Una semana después de la exhumación de Franco se sigue hablando del tema, incluso se pregunta si el Gobierno también estará dispuesto a exhumar al fundador de la Falange Española. La respuesta de Carmen Calvo ha sido de que "no" porque José Antonio Primo de Rivera fue en palabras de la vicepresidenta del Gobierno en funciones "una víctima de la Guerra Civil".