La Audiencia Nacional excarcela al etarra Troitiño por "razones humanitarias"

El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, ha concedido el tercer grado al histórico dirigente de ETA Antonio Troitiño

El etarra Anton Troitiño a juicio

Europa Press

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La Audiencia Nacional ha concedido el tercer grado al preso de ETA Antonio Troitiño Arranz, que será puesto en libertad por "razones humanitarias" al sufrir una enfermedad grave e incurable.

El juez de vigilancia penitenciaria de este tribunal ha estimado el recurso del preso y, con el visto bueno de la Fiscalía, ha acordado su progreso a tercer grado y la incoación del expediente de libertad condicional.

Lo ha hecho en virtud del artículo 104.4 del Reglamento Penitenciario, que permite que "los penados enfermos muy graves con padecimientos incurables, según informe médico, can independencia de las variables intervinientes en el proceso de clasificación, podrán ser clasificados en tercer grado por razones humanitarias y de dignidad personal, atendiendo a la dificultad para delinquir y a su escasa peligrosidad"

Troitiño, que fue trasladado en octubre desde la cárcel de Estremera (Madrid) a la de Soria, cumple desde mayo de 2017 cinco años y 11 meses de prisión por pertenencia a organización terrorista, una condena que le impuso la Audiencia Nacional por reintegrarse en ETA para poder huir a Londres tras ser excarcelado por error en 2011.

Su situación médica, el tiempo que ha cumplido de condena, su edad, 63 años, y el hecho de que ETA "se encuentra derrotada y ha declarado su final definitivo avalan la valoración de no reincidencia", señala el juez en su auto, "sin perjuicio de que en el expediente de libertad condicional" se fijen "las reglas de conducta y medidas que permitan la confirmación y control de este pronóstico".

Pese a que el informe del fiscal ha sido favorable a la petición de Troitiño, el auto no se hará ejecutivo hasta que sea firme, es decir, hasta que pase el plazo de cinco días para recurrir, según informan fuentes jurídicas.

El juez reconoce que si el progreso al tercer grado del preso dependiese de su historial delictivo y de su evolución desde el punto de vista de la reinserción, "no cabría concederlo" pues ésta "no ha sido suficiente favorable" pero asume que "debe valorarse la clasificación desde el estado de salud del penado".

De esta forma, tiene en cuenta que, según los informes médicos, su estancia en prisión "podría dificultar" el tratamiento paliativo necesario para su enfermedad, razón que se une a su "escasa peligrosidad".

En un comunicado difundido este martes, Etxerat, la asociación de familiares de reclusos de la banda terrorista, recuerda que Troitiño no forma parte del "listado" de 17 presos "que padecen enfermedades graves", a pesar de lo cual "las extremas condiciones padecidas en prisión y las largas condenas a las que someten a los presos se encuentran en el origen mismo de situaciones como la que ahora debe enfrentar" este recluso.

Por este motivo, solicita "la libertad inmediata de todos los presos enfermos de gravedad" y envía "un fuerte abrazo" a Troitiño y a su familia, al que ofrece todo su "apoyo" y acompañamiento "en esta complicada situación".

Antes de huir a Londres en 2011, Troitiño pasó 24 años en prisión en cumplimiento de condenas que suman 2.200 años por 22 asesinatos en los años 80, entre ellos el coche-bomba de la plaza de la República Dominicana de Madrid en 1986 que mató a doce guardias civiles.