El capítulo que la familia Bardem quiere borrar de su pasado

El cierre de "La Bardemcilla", restaurante que regentaban, encendió a los 11 empleados a los que dejaron en la calle 

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El actor Javier Bardem pidió este lunes al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que lidere en la Unión Europea un procedimiento de reparto de los migrantes que se encuentran a bordo del buque español Open Arms entre los distintos países europeos. En un vídeo en el que expresaba su apoyo a los cooperantes y a las personas rescatadas del barco, Bardem hizo un llamamiento "urgente" a Sánchez para liderar ese procedimiento y haga "un trabajo que esté acorde a la dignidad y la ética humana que Open Arms representa como organización española en el resto del mundo".   A juicio del actor, "España es el país idóneo y justo" para esa tarea por ser el país de origen de esta organización "que tan extraordinario trabajo está haciendo por la dignidad humana, por salvar las vidas de personas que están huyendo de situaciones que no podemos ni imaginar con el único afán de poder sobrevivir y darle un futuro a sus familias, a sus hijos".

El vídeo de Bardem ha provocado un alud de apoyos para el intérprete pero también muchas críticas. La mayoría recuerda que el Tribunal Supremo impuso en 2017 dos sanciones, con un valor total de 151.000 euros, al actor por infracciones tributarias leves. "Es lo que tiene de bueno la conciencia humana que te permite, al tiempo, defraudar a tus compatriotas y solidarizarte con completos desconocidos. Total, ni los vas a padecer ni los vas a mantener", le llegaron a decir.

Lo cierto es que la familia Bardem ha estado siempre abonada a la polémica. Su litigio más importante tuvo lugar en 2013. Uno de los bares más conocidos de Madrid fue en su momento La Bardemcilla, regentado por los Bardem. La familia, alegando no tener suficientes beneficios, decidió en 2013 cerrar el negocio tras 15 años de intensa actividad y echar a la calle a sus 11 empleados. El ERE indignó a estos trabajadores, que llegaron a afirmar que los Bardem habían dejado morir el negocio y que no les importaba lo que les pasara a ellos y sus familias. "No es una situación de reducción de beneficios, sino de pérdidas prolongadas desde hace ya dos años", dijo la familia por su parte.

Fachada de La bardemcilla

Lo más llamativo es que Mónica Bardem, administradora única, quiso despedir a los empleados con la reforma laboral que sus hermanos Javier y Carlos tanto habían criticado públicamente: 20 días por año trabajado. Tras hacerse público, la familia redacta un comunicado en el que admite su error y asegura que retirará el ERE. Según afirmaban, Mónica Bardem inició el proceso por consejo de su abogado pero los dos hermanos se desmarcaban. En abril de 2013 llegan a un acuerdo: se les pagarán 35 días por año trabajado. La familia tendría que desembolsar unos 85.000 euros más de lo previsto inicialmennte. Las pagas extra no se abonarían, "ya que había sido prorrateadas", según el abogado.

Pero el acuerdo no sirvió para que los empleados no hablaran mal de la familia Bardem. "Lo alucinante es que Javier Bardem es capaz de darnos la espalda y gastarse en una semana tres veces más de lo que ha costado el ERE que ha resuelto el juez concursal... Los 88.000 euros que han pagado en indemnizaciones a sus trabajadores se lo gastan en cerrar una planta del hospital Cedars-Sinaí para que nadie moleste a su mujer Penélope Cruz y a su hijo", lamentaba a Europa Press Manuel López de la Fuente, un camarero de la Bardemcilla que llevaba diez años detrás de la barra del restaurante. "Cuando sus hijos sean mayores verán que algo no cuadra. Ser ''hippie-pijo'' e ir de intelectual de izquierdas es incompatible. Tienen alma de empresarios capitalistas en un cuerpo de progre con pegatina de "stop ERE. Los Bardem son una gran mentira y se ha visto", llegó a decir.