Carmen Crespo subraya el "valor añadido" que aporta la bioeconomía circular al sector agrario

La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, ha participado en el Foro de Bioeconomía Circular, que ha organizado la Consejería en colaboración con el Centro Común de Investigación (JRC, Joint Research Center) de la Comisión Europea. Crespo ha destacado el "valor añadido" que aporta la economía circular a los sectores agrícola y ganadero y ha destacado la utilidad de la Ley de Economía Circular, que impulsó la consejera cuando ostentaba la responsabilidad de Medio Ambiente.

La consejera ha resaltado la "repercusión que tiene en la vida socioeconómica de Andalucía la economía circular", subrayando que "nuestra comunidad autónoma está a la cabeza en España en proyectos subvencionados con Fondos Feader para economía circular". En concreto, como ha explicado, "el 22% de los proyectos, un total de 132, emplean esta práctica sostenible con ayudas que superan los 7 millones de euros".

Según nota de prensa, Crespo ha indicado que "este valor añadido que consigue nuestro sector agrario con la bioeconomía circular supone un parapeto y un alivio en un momento tan complicado marcado por los elevados costes de producción y por los efectos de la sequía". Ha anunciado, además, que los Presupuestos de la Junta de Andalucía para 2024 redundan en el apoyo para esta "oportunidad tan importante para nuestros agricultores y ganaderos".

La consejera de Agricultura ha hecho referencia también a los "beneficios ecológicos y medioambientales que aporta la bioeconomía circular, fundamental en la lucha contra el cambio climático y en sintonía con el Pacto Verde europeo". Ha hecho hincapié en una política estrella de la Consejería en esta materia, como son las aguas regeneradas, habiendo puesto ya a disposición de los agricultores andaluces 70 hectómetros cúbicos de agua adicional".

Crespo ha animado al sector a "tener una comunicación más directa con el consumidor, sin las cadenas de distribución como intermediarias, a la hora de poner en valor ese sello de circularidad del agua", a la par que ha señalado la necesidad de poner en valor el cuidado de las masas de agua y acuíferos de los que se surten también los agricultores.

Por otra parte, Carmen Crespo ha hecho referencia a la importancia de la investigación, el desarrollo y la innovación andaluzas para la puesta en marcha de otras prácticas de economía circular tan singulares como la producción de biogás a partir del alperujo. A su juicio, "es fundamental que recurramos a nuestros ingenieros, que están dispuestos a poner en marcha maquinaria 'ad hoc' plenamente adaptada a las necesidades de nuestro sector".

La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural ha indicado el "compromiso del Gobierno de Andalucía con la colaboración público-privada, esencial para llevar a cabo sinergias conjuntas en materia de investigación sobre economía circular". A su juicio, "unidos logramos un sistema más posibilista para ser más resilientes frente a las dificultades que entraña el cambio climático y convertir un problema en una oportunidad".

Crespo ha dejado claro que "estamos en la tierra agraria por excelencia de Europa, lo que tiene que servir para que seamos un laboratorio vivo en economía circular". Para la consejera, "lo único que nos falta es darnos prisa porque la modernidad y estas prácticas sostenibles han llegado para quedarse".

Como ejemplos de proyectos subvencionados con fondos comunitarios por parte de la Consejería de Agricultura en materia de economía circular, la consejera ha destacado, entre otros, la construcción de una planta móvil para el tratamiento de purines de explotaciones porcinas, así como un proyecto para la adquisición de maquinaria para valorizar las grasas y aceites vegetales y uno para la valorización de residuos agrícolas en biocarbones activos para filtros en tratamiento de aguas.

Se suman importantes actuaciones previstas, por ejemplo, con Innovaoleo, que tiene en marcha un proyecto para la obtención de ingredientes innovadores para diferentes usos a partir de la hoja del olivo; la valorización integral, por parte de la Cooperativa Agrícola San Isidro de Loja de residuos para un sector oleícola más sostenible o el trabajo de Dcoop para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de las almazaras bajo el paradigma de la bioeconomía.

Crespo ha reseñado también otros proyectos como el de la Asociación de Municipios para el Desarrollo Rural Integral de la Serranía Suroeste Sevillana, que va a reutilizar las aguas residuales de los aderezos de la aceituna de mesa para el riego por goteo del olivar: la utilización de aguas regeneradas para el riego sostenible del olivar por parte de Feragua o la revalorización del suero quesero para su uso como biofertilizante y bioestimulante por parte del Grupo de Desarrollo Rural Valle del Guadalhorce.

Sin olvidar el Proyecto Meca de Asaja-Sevilla para la utilización de microalgas en la agricultura; la valorización, por parte de la onubense Citrus Biochar de restos de poda de cítricos en cultivos de la Costa Occidental de Huelva; o la valorización y reciclado de masas desecadas de balsas de almazaras en suelos de olivar por sus beneficios agronómicos y medioambientales, en este caso de la mano de la cordobesa Sufeco SCA.