La carta que demuestra las amenazas de ETA a la familia de Santiago Abascal

Uno de los familiares que más sufrieron esas amenazas fue su abuelo, Manuel Abascal Pardo, que fue alcalde de la localidad de Amurrio (Álava)

La carta que demuestra las amenazas de ETA a la familia de Santiago Abascal

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La pasada semana en la investidura del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, la portavoz de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, se refería al líder de Vox como el “chico de las pistolas”, recordando las medidas de seguridad que tenían que tomar Santiago Abascal y su familia en el País Vasco.

Las palabras de Teresa Rodríguez fueron consideradas inoportunas por muchas personas, y así lo hicieron saber en las redes sociales. Muchos usuarios recordaron el pasado al que se tuvo que enfrentar Abascal y su familia en los años más duros de ETA en el País Vasco. Uno de los familiares que más sufrieron esas amenazas fue su abuelo, Manuel Abascal Pardo, que fue alcalde de la localidad de Amurrio (Álava) entre 1963 y 1979. 

El periodista y colaborador de ABC, Hermann Tetsch, ha publicado un tuit en el que se muestra una de las cartas que recibió el abuelo de Santiago Abascal de la banda terrorista ETA. En dicho escrito, ETA pide 10 millones de pesetas, en un plazo de 15 días, para apoyar la lucha del Pueblo Vasco: “Este mismo plazo ha sido dado a otros capitalistas como Vd, reacios a contribuir”, añaden en uno de los párrafos.

El propio Santiago Abascal explica en su blog, haciendo un homenaje a su abuelo, como fueron aquellas amenazas: “Llegó la democracia y con ella el separatismo y el recrudecimiento del terrorismo. Y el abuelo Manolo tampoco se libró de este horror, siendo destinatario de las cartas de extorsión etarra, a las que nunca respondió. Jamás pagó. Ni huyó, a pesar del tajante “le buscaremos hasta ejecutarle” y a pesar de que en esos días, a escosas metros de su casa, la banda asesinaba a otros convecinos. Después la ETA trató en varias ocasiones de matar a su hijo, mi padre, y a su nieto, yo mismo, añadiendo a su existencia longeva losas de preocupación y pesar”. 

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