Chamberí rinde homenaje este sábado a Almudena Grandes con un acto en La Abadía que cerrará Luis García Montero

Europa Press

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Organizado por asociaciones del barrio porque "siempre estuvo comprometida con su acción vecinal, cultural y feminista"

El Teatro de La Abadía, en Chamberí, acogerá este sábado un homenaje a la escritora madrileña Almudena Grandes, que será cerrado por su viudo, el poeta y director del Instituto Cervantes, Luis García Montero.

Han sido entidades vecinales de Chamberí las promotoras del acto, en concreto la Asociación de Vecinos El Organillo, la Asociación de Mujeres Nosotras Mismas y la Casa de Cultura y Participación Ciudadana. Las entradas se agotaron en un plazo de 40 minutos.

El acto en homenaje a la escritora, fallecida el pasado 27 de noviembre a causa de un cáncer, comenzará a las 12 horas. Será presentado por el actor Borja Peña y contará con la intervención de algunas de sus amistades, como la escritora Marta Sanz, la directora de cine Azucena Rodríguez, la periodista y editora Ángeles Aguilera o el director de cine Juan Vicente Córdoba. También interpretará algunas canciones la cantautora Sheila Blanco.

Las organizaciones convocantes han querido con este acto expresar su "reconocimiento a una de las mejores escritoras del país, estrechamente vinculada a la vida del barrio" dado que su hija Elisa estudió en el colegio público Rufino Blanco. De Almudena Grandes remarcan que "siempre estuvo comprometida con la acción vecinal, cultural y feminista de Chamberí".

Este homenaje llega justo después de que la autora de 'El corazón helado' haya sido nombrada Hija Predilecta de Madrid. Fue este pasado martes, en el pleno ordinario del mes de febrero con el voto favorable de todos los grupos municipales a excepción de Vox.

CHAMBERILERA DE CORAZÓN

La escritora, Premio Nacional de Narrativa 2018, siempre presumió de las bondades de la capital y puso en valor las virtudes de la Villa y Corte, una protagonista más en todas sus novelas.

La plaza de la Guardia de Corps, la calle Moreto, la casa de las Flores o el cementerio de la Almudena son algunos de los emplazamientos madrileños que situó en los mapas de historias como 'Los aires difíciles' o 'Malena es un nombre de tango'.

"Si marcara en un plano de la ciudad todas las casas en las que he vivido, el resultado sería un círculo casi perfecto. Ahora vivo en la calle de Larra, en el mismo barrio donde se instaló mi bisabuelo al llegar a Madrid", explicaba sobre sus raíces.

"Cuando era pequeña, lo que más me gustaba del mundo era venir con mi madre de compras al Centro. Vivía al lado de la glorieta de Bilbao, mis abuelos paternos en la calle de Fuencarral, los paternos en Lope de Vega, enfrente de las Trinitarias... toda mi vida transcurría en el distrito Centro, pero para mí el centro era un cogollo con la Puerta del Sol, calle Mayor, la calle Arenal, Gran Vía y Plaza Mayor", relató.

Fue en 2018, durante la lectura del pregón de las fiestas de San Isidro, donde Grandes dejó patente su amor y defensa de la ciudad de Madrid con la lectura de un claro homenaje a la ciudad que la vio nacer, crecer y convertirse en escritora.

"Como un hada madrina populachera y generosa, Madrid hace a sus hijos dos regalos en el instante de su nacimiento. Uno es el agua, la incomparable delicia de beber directamente del grifo. El otro es el anonimato. Porque en esta villa plebeya, que se enorgullece de su condición tanto o más que otras de sus viejos y aristocráticos blasones, nadie es más que nadie", comenzaba Grandes desde el balcón de la Casa de la Villa, en la plaza homónima.

Grandes describió a Madrid como "un caos misteriosamente ordenado, la Villa que se ha fundado a sí misma a espaldas de Palacio, y que no es distinguida, ni falta que le hace" y lamentaba a continuación que "Madrid es una ciudad que se quiere poco, mucho menos de lo que debería".

Destacó durante la lectura del pregón que "es una ciudad muy hermosa, una urbe inmensa, con grandes edificios, con amplias avenidas, con parques antiguos y muchísimos árboles, y sin embargo, se sigue escuchando a diario las célebres tonterías del secarral y del poblachón manchego".

"Todos los días alguien se burla del Manzanares porque no entiende nada. Que el verdadero río de Madrid es La Castellana. Que su virtud suprema es la velocidad. Que su patrimonio más valioso es su espíritu de resistente, la feroz determinación con la que se aferra a la vida hasta en los momentos peores, que los hemos tenido, y han sido muchos, y muy malos", explicó a los allí congregados.

"Capital del dolor, capital de la gloria, esta es la ciudad que nunca se detiene, una superviviente capaz de renacer una y otra vez de sus propias cenizas", manifestó.