Cuatro fiscales generales defienden más autonomía respecto al Gobierno

En su opinión, hay que pedirle "un esfuerzo al Ministerio" para que incluya modificaciones en el Estatuto Fiscal que ha puesto en marcha el Ministerio de Justicia

Delgado propone el nombramiento de cuatro nuevos fiscales para el Tribunal Supremo

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La fiscal general del Estado, Dolores Delgado, y tres de sus antecesores en el cargo ha reclamado una mayor autonomía respecto al Gobierno para vencer así la "desconfianza" que la institución genera en ocasiones en la ciudadanía.

Delgado ha participado junto a Cándido Conde-Pumpido, Eduardo Torres-Dulce y Consuelo Madrigal en una mesa redonda sobre la función investigadora del Ministerio Fiscal, que recoge el anteproyecto de Ley de Enjuiciamiento Criminal, impulsado por el Ministerio de Justicia y ahora en trámite de informes preceptivos.

Los cuatro fiscales generales han defendido la constitucionalidad del futuro fiscal investigador pero han ligado su éxito a conseguir una mayor autonomía funcional, orgánica y presupuestaria para desligarse más del Ejecutivo y generar una mayor confianza en los ciudadanos. Al respecto, Delgado ha destacado que es importante que "el fiscal investigador cuente con una verdadera autonomía" y eso pasa por "desarrollar una reforma estatutaria" que apueste por una mayor "autonomía funcional, orgánica y presupuestaria"y se haga en paralelo a la reforma de la lecrim y no un año después de un aprobación, como recoge el proyecto de Justicia.

Eduardo Torres-Dulce (2012-2014) ha lamentado que "la dependencia orgánica y presupuestaria (respecto del Gobierno) muchas veces lleva a la Fiscalía a la melancolía y otras a algo más", por lo que "cuanto más se adelgace esa dependencia" mejor para el fiscal.

En su opinión, hay que pedirle "un esfuerzo al Ministerio" para que incluya tres o cuatro aspectos en la reforma que son el desarrollo del Estatuto Fiscal, una mayor autonomía presupuestaria y organizativa y una policía judicial al servicio de los fiscales. Sin abandonar esta línea, Consuelo Madrigal (2015-2016) ha advertido de que la ausencia de una reforma del Estatuto Fiscal en el anteproyecto supone toda una declaración de intenciones: "esto que ahora viene se puede hacer sin cambiar las cosas", cuando urge impulsar un "desarrollo de nuestra operativa funcional".

Porque "es esencial vencer la desconfianza que la institución inspira en algunos sectores de la ciudadanía", y "eso solo puede hacerse fortaleciendo la institución, no solo desvinculándola del Ejecutivo, que es el que inspira la desconfianza" sino "fortaleciendo la figura de fiscal general, eliminando factores de apariencia de arbitrariedad y haciendo públicas las muchísimas intervenciones de los órganos que asesoran al fiscal general".

Madrigal ha señalado que hay que ahondar en la idea de que "no es distinta la imparcialidad que se predica y se exige a los fiscales que la independencia que se predica y se exige a los jueces". También ha hecho mucho énfasis en la reforma de Estatuto Cándido Gómez-Pumpido (2004-2011), muy crítico con el modelo actual de investigación articulado en el juez de instrucción que ve "bastante ineficiente" porque el número de procedimientos impulsados por el juez que terminan en nada es "asombroso", lo que no ocurre con las diligencias previas de la Fiscalía que terminan en un caso penal.

Por ello ha apostado por el cambio más aún cuando "la Constitución ampara y tutela el nuevo proyecto" del fiscal investigador.