40 detenidos por estafar a un operador telefónico con tarjetas de crédito falsas y obtener 2 millones de euros

Europa Press

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Cuando tenían los dispositivos comprados ilícitamente en su poder, los revendían en plataformas de compraventa

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una red criminal que, presuntamente, estafó más de 240.000 euros a un operador de telefonía mediante el uso de tarjetas de crédito fraudulentas, ha informado este miércoles la Jefatura Superior de la Policía de Madrid en una nota de prensa.

Se ha detenido a 40 miembros de esta organización que comenzó a actuar en Madrid, pero posteriormente amplió su actividad a Sevilla, Huelva, Cádiz y Barcelona.

Adquirían tarjetas bancarias fraudulentas en la 'deep web' para realizar compras online de dispositivos móviles que después recogían, físicamente, a través de personas de su entorno próximo.

Una vez tenían los terminales adquiridos ilícitamente en su poder, se los facilitaban a los máximos responsables de la organización, que los revendían en plataformas de compraventa entre particulares, logrando un beneficio económico superior a los dos millones de euros.

LA INVESTIGACIÓN

La investigación comenzó hace aproximadamente un año y permitió comprobar la existencia de una organización criminal jerarquizada y con un claro reparto de tareas.

Inicialmente, algunos investigados adquirían tarjetas de crédito fraudulentas con las que realizaban compras en las páginas web de un operador telefónico. Para ello, previamente adquirían las tarjetas bancarias, por lotes, en el mercado negro de Internet.

Posteriormente, otros integrantes de la organización se encargaban de conseguir a personas que recogían físicamente los terminales en los establecimientos de la empresa de telefonía. Contactaban con gente de su entorno más próximo, familiares o amigos, quienes actuaban como 'mulas'.

Inicialmente, esta práctica se limitaba a la ciudad de Madrid, pero a medida que sus datos personales eran identificados como fraudulentos o las tarjetas eran anuladas, ampliaron su radio de captación, expandiendo así su ilícita actividad a otros territorios de la geografía española.

Para obtener un mayor beneficio de la adquisición fraudulenta de los teléfonos móviles, los máximos responsables de la organización crearon una empresa ficticia con cuentas vinculadas en diferentes plataformas de compraventa entre particulares.

A través de estos perfiles revendían los terminales obteniendo ventas por un valor superior a los dos millones de euros a lo largo de los últimos 12 meses, hechos que a su vez constituyen un delito de fraude fiscal.

Los investigadores comprobaron que mediante este modus operandi, la organización llegó a utilizar 1.265 tarjetas de crédito o débito diferentes, logrando realizar con éxito cerca de 200 compras fraudulentas a una misma empresa de telefonía, además de aproximadamente 1.800 operaciones frustradas.

En el cómputo global, mediante esta estafa, la empresa de telefonía entregó 109 terminales de alta gama a los integrantes de esta red criminal, con un valor aproximadamente de más de 108.000 euros, si bien el perjuicio económico para la operadora ascendió a más de 242.000 euros.

DETENCIONES EN TODA ESPAÑA Y UN REGISTRO EN MADRID

Las detenciones de los 40 integrantes de esta red criminal se han realizado en diferentes localidades de la Comunidad de Madrid y en las provincias de Barcelona, Sevilla, y Cádiz, pasando todos sus miembros a disposición de la autoridad judicial como presuntos responsables de los delitos de estafa y pertenencia a organización criminal.

Además, a algunos de los involucrados también se les considera presuntos autores de un delito de usurpación de estado civil, por suplantar identidades de terceras personas para adquirir los dispositivos móviles, y de fraude fiscal, por revender los terminales a través de las plataformas de compraventa entre particulares.

El operativo policial se completó con la entrada y registro en una vivienda del distrito madrileño de Villa de Vallecas, donde se intervinieron 55 teléfonos móviles, 'tablets', varios ordenadores portátiles, videoconsolas y otros dispositivos electrónicos, además de más de 55.000 euros en dinero en efectivo que estaban ocultos entre el mobiliario de la vivienda.