El PP no espera nada de la mesa de negociación que propone Sánchez
Los populares no se engañan, saben que esta idea es una maniobra más de Sánchez para ganar tiempo
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Pablo Casado participará el lunes a las once de la mañana en esa videoconferencia con Pedro Sánchez, aunque el líder del PP es bastante pesimista sobre los resultados que va a arrojar ese encuentro. En Génova no pierden la esperanza de que el presidente del Gobierno les plantee medida concretas para salir de la crisis y es que, a estas alturas, ven inconcebible que el jefe del Ejecutivo se vaya a limitar, como ha hecho con el resto de líderes políticos, a proponer la creación de un mesa de negociación para la reconstrucción del país después de la crisis.
Los populares no se engañan, saben que esta idea es una maniobra más de Sánchez para ganar tiempo, para no tomar decisiones, y para repartir las culpas del caos de su gestión. Pero la dirección del partido cree que no les queda otra: hay que acudir a ese foro porque, de lo contrario, el PP quedaría de cara a la opinión pública, como un partido insolidario.
La clave pues está, piensan, en no parecer una mera comparsa del presidente del Gobierno, sobre todo porque más de un mes después de asumir el mando de esta crisis, la eficacia del Ejecutivo brilla por su ausencia: los test no acaban de llegar, ha habido que retirar una partida de 140.000 mascarillas defectuosas, y nadie se aclara con las cifras de fallecidos, que, aparentemente son bastantes más altas de lo que en un principio se ha dicho.
En Génova son escépticos además porque se van a sentar en un foro con partidos cuyas propuestas son radicalmente opuestas las del PP. Los populares no piensan tragar, dicen, con los postulados de Iglesias, una posición que comparte también Ciudadanos; Vox no ha aceptado sentarse en la mesa; y JxCat, ERC y Bildu ya han advertido que no apoyarán nada que les suene recentralizador. Con este panorama parece difícil, pues, ver, como auguraba la ministra María Jesús Montero, que el pacto esté cerca. Más bien parece que se está cumpliendo lo que decía Kruschev: “los políticos siempre hacen lo mismo: prometen construir un puente, aunque no haya río”.