Fin a 19 años en Afganistán: 102 militares fallecidos, 1.400 desactivaciones de explosivos y tareas de asesoramiento

Europa Press

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El Rey recibe este jueves en Torrejón a los últimos 24 militares españoles que salen del país

Los últimos militares españoles que permanecen en Afganistán aterrizarán este jueves en la base aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid. Con ello, España pondrá fin a 19 años de misión en los que han fallecido 102 efectivos, se han realizado más de 1.400 misiones de desactivación de explosivos, recorrido millones de kilómetros y realizado labores de asesoramiento e instrucción a las instituciones del país.

Los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos llevaron al Consejo Atlántico a evocar por primera vez en la historia de la OTAN el Artículo 5 del Tratado, que supone la respuesta de todos los socios ante un ataque contra uno de ellos. Así nació la operación Libertad Duradera en la que también participó España.

El 24 de enero de 2002 llegaron los primeros 350 militares españoles a Afganistán, un país en el que no existía una estructura de gobierno y el mando lo tenían jefes tribales, mientras que los talibanes mantenían su poder sobre una población cada vez más desatendida y sometida, según relata el Estado Mayor de la Defensa.

Los primeros apoyos de las Fuerzas Armadas españolas se centraron en el apoyo médico, aviones de transporte, buques y helicópteros. Sin embargo, la mayor aportación de España llegó en el marco de la ISAF (International Security Assitance Force), evolución de la misión Libertad Duradera.

Los primeros 350 militares fueron enviados a Kabul y tres años más tarde España asumió el mando de la base de Heart, donde puso en marcha un hospital de campaña y se hizo cargo del equipo de reconstrucción provincial en Qala-i-Naw.

Continuaron con esta tarea durante años, hasta que en 2015 se dio inicio a la misión Resolute Support de la OTAN con el objetivo de asistencia, entrenamiento y asesoramiento a las instituciones afganas.

PRIMERA MILITAR FALLECIDA EN EL EXTERIOR

Durante la última etapa, la participación española ha ido reduciéndose hasta que el pasado año, como consecuencia de la pandemia, se replegó al personal no esencial y quedaron en Afganistán los últimos 24 militares, que regresan este jueves junto a dos intérpretes.

El Rey Juan Carlos despidió en el año 2002 a los primeros militares que viajaron a Afganistán y su hijo, Felipe VI, recibirá este jueves en la base de Torrejón de Ardoz a los últimos en dejar el país.

En total han sido 19 años en los que las Fuerzas Armadas han realizado 28.000 patrullas, recorrido tres millones de kilómetros y efectuado más de 1.400 misiones de desactivación de explosivos.

Pero además, en Afganistán han fallecido 102 militares españoles en accidentes o atentados. Entre ellos se encuentran las 62 víctimas del accidente aéreo del Yak-42 en Turquía en 2003 y los 17 efectivos que murieron en un accidente de helicóptero producido en 2005.

Pero también hay numerosas víctimas de atentados con explosivos. Una de ellas es la soldado Idoia Rodríguez, la primera mujer militar española en perder la vida en una operación internacional. Fue en un atentado en 2007 a un convoy de blindados.

RIESGOS DE LA SALIDA

La salida de las tropas internacionales de Afganistán deja al país en una situación que preocupa a muchos expertos, que creen que los talibanes pueden aprovechar para avanzar posiciones y volver a sumir en el caos el territorio.

Un artículo de opinión del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), considerado como el 'think thank' del Ministerio de Defensa, ya alertó de que la situación podría desembocar en una guerra civil si se produce una salida del país "poco planeada y precipitada" por parte de las tropas aliadas.

La ministra Margarita Robles ha reconocido en diversas reuniones internacionales la necesidad de un proceso de retirada gradual, bien coordinado, "que garantice la seguridad y apoye el proceso de paz" para evitar que Afganistán vuelva a convertir en "santuario" de terroristas.

Sin embargo, cree que el plan de repliegue propuesto por Estados Unidos, con el próximo 11 de septiembre como fecha tope para la salida total, ofrece "margen suficiente" para "asegurar que se consoliden los progresos democráticos alcanzados en el país en materia de derechos humanos, educación y el bienestar de las mujeres y los niños".