El FMI eleva al 5,5% su previsión de crecimiento para 2021 por las vacunas y los nuevos estímulos en EEUU

Europa Press

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La economía mundial rebotará este año un 5,5 por ciento, después de sufrir un desplome del 3,5 por ciento en 2020, mientras que en 2022 moderará su ritmo de expansión al 4,2 por ciento, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha revisado tres décimas al alza su pronóstico de crecimiento del PIB en 2021 para reflejar el efecto positivo esperado de las vacunas y de los nuevos estímulos previstos en economías avanzadas como Japón y Estados Unidos.

"La actividad económica parece estar adaptándose con el paso del tiempo a la moderación de actividades intensivas en contacto", señala la institución en su informe 'Actualización de las Perspectivas Económicas Mundiales', donde destaca que espera que las medidas de estímulo adicionales anunciadas a finales del año pasado, especialmente en los Estados Unidos y Japón, "brinden más apoyo en 2021-22 a la economía mundial", lo que supone un punto de partida más sólido para las perspectivas mundiales para este año y el siguiente de lo previsto en octubre.

No obstante, a pesar de un punto de partida más sólido para sus previsiones, el FMI advierte de que el aumento de las infecciones a finales de 2020, incluyendo las nuevas cepas del virus, además de las nuevas restricciones implementadas, los problemas logísticos en la distribución de las vacunas y la incertidumbre sobre su aceptación "son contrapuntos importantes a las noticias favorables".

"Queda mucho por hacer en los frentes de las políticas económicas y sanitarias para limitar el daño persistente de la severa contracción de 2020 y asegurar una recuperación sostenida", subraya.

Bajo el escenario principal contemplado por el FMI, la institución confía en que tras un debilitamiento inicial a comienzos de 2021 se dé paso a un impulso creciente durante el segundo trimestre del año a medida que las vacunas estén más disponibles, lo que permitirá que se fortalezca la actividad de mayor contacto físico, permitiendo un rebote del crecimiento en la segunda mitad del año.

A pesar de esta recuperación, el FMI advierte de que la actividad global se mantendrá muy por debajo de los niveles anteriores a la pandemia durante el horizonte de las previsiones, subrayando que la solidez de la recuperación será dispar entre las economías, dependiendo de la gravedad de la crisis sufrida, la estructura económica y la dependencia de actividades de contacto físico intensivo.

En este sentido, los nuevos pronósticos del FMI anticipan un crecimiento del 4,3 por ciento del PIB de las economías avanzadas, cuatro décimas más de lo esperado en octubre, después de una contracción estimada del 4,9 por ciento en 2020, mientras que para 2022 el Fondo proyecta un crecimiento del 3,1 por ciento, dos décimas más que su anterior previsión.

Esta mejora de previsiones para las economías avanzadas reposa principalmente sobre la fuerte progresión de las proyecciones de EE.UU. en 2021, cuando el PIB del país crecerá un 5,1 por ciento, dos puntos porcentuales más de lo anticipado en octubre, después de la contracción del 3,4 por ciento sufrida en 2020, aunque para 2022 el FMI ha recortado en cuatro décimas su anterior pronóstico, limitando la expansión al 2,5 por ciento.

En el caso de Japón, la institución prevé un crecimiento del PIB este año y el siguiente del 3,1 por ciento y el 2,4 por ciento, respectivamente, lo que implica una mejora de ocho décimas para este año y de siete en 2022 respecto de sus previsiones de octubre, tras una contracción del 5,1 por ciento en 2020.

Por contra, el FMI ha recortado una décima su pronóstico de crecimiento para la zona euro, hasta el 4,2 por ciento, después de sufrir una caída del PIB del 7,2 por ciento en 2020. Sin embargo, la institución espera un crecimiento en 2022 del 3,6 por ciento, medio punto porcentual más de lo que esperaba el pasado octubre.

A su vez, Reino Unido también ha visto recortada su proyección de crecimiento para 2021, hasta 4,5 por ciento desde el 5,9 por ciento anticipado en octubre, después de sufrir una contracción del 10 por ciento en 2020, solo superada por el 11,1 por ciento estimado para España, mientras que de cara al próximo año el FMI ha mejorado en 1,8 puntos porcentuales su pronóstico, hasta el 5 por ciento.

En el caso de las economías emergentes y en desarrollo, las nuevas previsiones del FMI apuntan a una expansión del 6,3 por ciento este año, tres décimas más de lo previsto previamente, mientras que en 2022 su crecimiento se moderará al 5 por ciento, una décima por debajo del anterior pronóstico, después de registrar en 2020 una contracción estimada del 2,4 por ciento.

China, la única gran economía mundial que logró esquivar la recesión en 2020, con un crecimiento del PIB del 2,3 por ciento, crecerá en 2021 un 8,1 por ciento, una décima por debajo de lo anticipado por el FMI en octubre, para moderar su ritmo de expansión al 5,6 por ciento un año después, dos décimas menos de lo previsto anteriormente.

"Como se señaló en el informe de octubre de 2020, se espera que la pandemia revierta el progreso logrado en la reducción de la pobreza en las últimas dos décadas", advierte el FMI, que calcula que cerca de 90 millones de personas pueden caer por debajo del umbral de pobreza extrema durante el periodo 2020-21.

RIESGOS Y ESCENARIOS ALTERNATIVOS

En su análisis, el FMI alerta de que el crecimiento mundial podría resultar más débil si no se contienen adecuadamente el virus y las infecciones y las muertes aumentan rápidamente antes de que las vacunas estén ampliamente disponibles, así como si las restricciones son más intensas de lo anticipado.

Un progreso desde el frente sanitario más lento podría frenar la salida de la crisis y debilitar la confianza, particularmente si se producen retrasos o vacilaciones en las vacunaciones o si estas proporcionasen una inmunidad inferior de lo previsto, señala.

Además, en el caso de una retirada de las políticas de apoyo antes de que la recuperación eche raíces firmes, esto podría provocar un fuerte incremento de las quiebras de empresas viables, pero sin liquidez, lo que provocaría más pérdidas de empleo e ingresos.

De este modo, el FMI plantea un escenario adverso en el que la vacunación se desarrolla más lentamente y se frena la recuperación, lo que restaría alrededor de 0,75 puntos al escenario base de crecimiento previsto para 2021.

Por contra, en un escenario más optimista, el FMI calcula que su previsión central de crecimiento para este año podría superarse en 0,75 puntos porcentuales, mientras que la de 2022 podría mejorarse en casi un punto porcentual.