"No hay esperanza, no hay futuro", el grito de socorro de los afganos que esperan poder salir de su país

Entre el miedo y la desesperación, numerosos afganos han compartido sus temores y las dificultades que tendrán que afrontar para poder sortear a los talibanes

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Esta semana, tras la toma de los talibanes de todo Afganistán, han comenzado a realizarse las labores de evacuación del personal diplomático español, los españoles que vivían en el país y de los traductores e intérpretes que habían acompañado tanto a las tropas como a los trabajadores de la embajada, que ha culminado en la llegada, este jueves de madrugada, del primer avión que ha ido hasta Kabul para completar la salida de parte de esas personas del país centroasiático.

Durante esta semana en COPE hemos tenido la oportunidad de entrevistar a algunos de esos hombres y mujeres que padecerán, directa o indirectamente el régimen talibán, que nos han trasladado su testimonio de lo que esperan que se produzca en Afganistán, tras la toma del poder por parte de los insurgentes. Entre el miedo y la desesperación, numerosos afganos han compartido sus temores y las dificultades que tendrán que afrontar para poder sortear a los talibanes.

COPE habla con ciudadanos afganos que explican su situación tras la toma del país

Las declaraciones que hemos recopilado son de intérpretes, que todavía se encuentran en el país, de otros que han logrado salir, de afganos que viven es España o incluso de la viuda de un GEO español que fue asesinado en Afganistán mientras se encontraba desplazado.

"Ahora mismo estoy en el camino del aeropuerto y tenemos muchos problemas. Hay mucha gente, hay muchos talibanes y no sé qué vamos a hacer". Afirmaba, Sayed, intérprete afgano del Gobierno, que quiso compartir en nuestros micrófonos la angustia de no poder salir del país, mientras se encontraba esperando a que fuese rescatado.

También hemos contado con testimonio de gente que se encuentra dentro del país en una situación tan crítica que ni siquiera hemos podido desvelar sus identidades. Un afgano que huye de los talibanes nos comentaba que "decir cosas es muy fácil". Desde hace veinte años, explica, "Afganistán ha escuchado muchas promesas, pero nadie ha hecho nada". Pide a los talibanes que, "si quieren perdonarnos, ¿por qué no nos preguntan si nosotros les perdonamos?". En su caso personal, no puede perdonarlos. "Mataron a mi novia hace un año, han matado a mis amigos, yo nunca los voy a perdonar".

Sobre la situación que les espera a las mujeres, declara que "van a perder todos los derechos que han conseguido". Nos cuenta que su hermana, que está estudiando en la universidad, "no va a poder retomar los estudios cuando vuelvan a abrir". También habla de la situación de su madre, que antes salía de su casa a comprar en los comercios de su zona, y que ahora "no puede ir al local que está en frente de mi edificio". Igualmente sus amigas, que antes tenían sus negocios, se han visto obligadas a dejar de ejercer esta profesión.

Las declaraciones de una viuda de un GEO caído en el país afgano, ha sido de los testimonios más duros que se han podido escuchar esta semana en la radio. La mujer del policía afirmaba que, al ver las imágenes de los talibanes en Kabul, siente que este sufrimiento "no ha servido para nada". También nos ha transmitido lo que le decía su marido sobre la situación en el país cuando estuvo allí destinado. En sus conversaciones, le comentaba que era un ambiente muy complicado y de gran inseguridad, prácticamente "indescriptible".

Resaltaba la labor de los GEO que han decidido quedarse en el país para ayudar a salvar vidas. Esta decisión "les hace héroes". Cuando le preguntaban sobre la situación en la que quedan las mujeres en Afganistán, decía que "sabemos como estos monstruos se las gastan"

Abdulah, que es un afgano que actualmente se encuentra viviendo en nuestro país, relata que "nadie del pueblo afgano esperaba volver a vivir un régimen talibán, pensábamos que ya había terminado y la presencia de tropas internacionales en el país había marcado diferencias de lo que había sido el país en los años 90. La vuelta de los talibanes ha sido una sorpresa desagradable y la verdad que ya es algo que los afganos no ven la luz al final del túnel".

Seguramente las grandes damnificadas de todo el nuevo régimen vayan a ser las mujeres que van a perder todos los derechos, que habían recuperado estos últimos 20 años, y que ahora deberán comportarse a la ley islámica, la sharia, aplicada de forma contundente. “Me siento impotente cuando veo que no puedo ayudar a mi familia”, nos decía Nadia en COPE conteniendo las lágrimas. Nadia se lamentaba de la situación que iban a vivir las mujeres del país, “vivo como una tortura el ascenso de los talibanes porque no sé cómo podré seguir ayudando a estas niñas”.

Nadia dirige una organización que ha evitado en todo momento la corrupción en Afganistán trabajando directamente con las familias. Pedían dinero a conocidos y vecinos que enviaban directamente a las decenas de niñas a las que ayudan en Afganistán, sin pagar una comisión a los gobiernos de su país. "El futuro para mi familia y la mayoría de los afganos, es muy negro", porque los talibanes nunca se habían marchado del todo de Afganistán y con la retirada de las tropas internacionales “todo ha empezado a caer”.

Uno de los colaboradores afganos con el ejército español es Aris, lleva años trabajando con el ejército español y quiere salir del país sea como sea. La preocupación de Aris roza la desesperación al confesar que, a pesar de trabajar con las tropas españolas, "aún no han contactado conmigo. Hasta ahora no me han llamado para poder salir del país. Esta situación hace que corra un gran peligro". El colaborador afgano ha recalcado, en un tono de desesperación, que "no podemos vivir aquí. ¡No podemos continuar aquí!". "No hay esperanza. No hay futuro", declaró el colaborador del Ejército.

A otro intérprete del ejército español, Mustarza, solo le queda esperar. Esperar mientras no sabe qué será de su vida. "No tengo un futuro que sea claro de que estaré vivo o no, porque ahora tienen control los insurgentes". "La situación del aeropuerto de Kabul es muy mala. Aquí hay mucha gente esperando. Pero hay muchos problemas y no podemos entrar." Ahora mismo está en una habitación alquilada cerca del aeropuerto de Kabul, con su familia, esperando la llamada que le saque del país: "Creo que allí podemos tener una vida muy buena, por eso tenemos que salir de Afganistán".