Hospitalizado por un infarto uno de los últimos presos de ETA al que acaban de autorizar el traslado de cárcel

'Kantauri' ingresó en prisión el 17 de diciembre de 2001 y cumple una condena de 30 años por los delitos de asesinato, atentado, secuestro, depósito de armas y detención ilegal

Hospitalizado por un infarto uno de los últimos presos de ETA al que acaban de autorizar el traslado de cárcel

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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José Javier Arizcuren Ruiz, alias Kantauri, ha sufrido este domingo en la prisión de Murcia un problema cardiológico relacionado con un amago de infarto, lo que ha precisado que el preso de ETA sea trasladado a un hospital, según ha adelantado 'La Razón' y han confirmado a Europa Press fuentes penitenciarias.

El histórico dirigente de ETA en los años 90 fue atendido en un primer momento por la responsable médico del centro penitenciario de Murcia, que lo ha derivado al hospital para una mejor exploración. El preso estaba haciendo deporte y comenzó a sentirse mal, lo que propició la intervención de los servicios médicos de la prisión, según señalan las citadas fuentes.

Kantauri es uno de los últimos presos de ETA a los que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior ha aprobado su traslado a cárceles más próximas al País Vasco.

El pasado jueves, Instituciones Penitenciarias autorizó que Kantauri dejara el centro penitenciario de Murcia II para pasar al de Logroño. Como jefe del 'aparato militar' de ETA, Arizcuren Ruiz fue condenado por los asesinatos de Fernando Múgica Herzog o el matrimonio formado por Alberto Jiménez Becerill y Ascensión García, así como el secuestro de Cosme Delclaux, entre otros.

'Kantauri' ingresó en prisión el 17 de diciembre de 2001 y cumple una condena de 30 años por los delitos de asesinato, atentado, secuestro, depósito de armas, detención ilegal y falsificación. Cumplirá las 3/4 partes de la pena en junio de 2025.

Según señaló Instituciones Penitenciarias al informar de su traslado, "ha aceptado la legalidad penitenciaria y ha remitido escritos en los que renuncia a la violencia y lamenta y reconoce su responsabilidad en el dolor causado a las víctimas". A propuesta de la Junta de Tratamiento de la prisión murciana, la Secretaría General resolvió su progresión a segundo grado y el traslado a Logroño.

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