España comenzará la vacunación el domingo 27 de diciembre

En la primera etapa se vacunará a 2,5 millones de personas y se espera que en junio haya llegado a unos veinte millones

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha anunciado que el 27 de diciembre comenzará a administrarse la vacuna del Covid-19 en España de la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech contra el coronavirus, siendo el 26 cuando se reciban las primeras dosis.

La EMA debe primero dar luz verde al fármaco en la reunión que ha previsto el próximo lunes, 21 de diciembre, momento a partir del cual la Comisión Europea se ha preparado para poder concluir el proceso formal en apenas dos días, el 23 de diciembre, a pesar de que se trata de una burocracia que habitualmente requiere 67 días. No obstante, la agencia sigue manteniendo la reunión prevista para el 29 de diciembre por si necesitan valorar más datos.

España comenzará la vacunación el domingo 27 de diciembre

Según se establece en el Plan de Vacunación contra COVID-19, en la primera etapa de la vacunación se vacunará a 2,5 millones de personas, las cuales serán residentes y personal sanitario de residencias, así como de centros de grandes dependientes, y el resto del personal sanitario y los grandes dependientes no institucionalizados.

Posteriormente, y a pesar de que todavía no está decidido en qué fase de vacunación entrarán, se vacunarán a mayores de 65 años, personas con condiciones de riesgo, personas que viven o trabajan en comunidades o entornos cerrados, personas vulnerables por su situación socioeconómica, personas con trabajos esenciales, personal docente, población infantil, adolescentes y jóvenes, las personas que viven en zonas con importantes brotes de coronavirus o de alta incidencia, las mujeres embarazadas o que están en el periodo de lactancia, y las personas a SARS-CoV-2.

ASÍ SE SUMINISTRARÁ LA VACUNA

El cálculo de Sanidad es que en junio se haya podido vacunar al 60 por ciento de la población, aunque ese objetivo depende también de que las vacunas que están ensayándose sean autorizadas y a que no fallen los procesos de producción industrial.

Como ejemplo, las fuentes se han referido a la vacuna de Sanofi, laboratorio que ha decidido repetir el ensayo en fase II a partir de febrero reformulando con un dosis de antígeno mayor para reforzar su eficacia en un grupo de edad, lo que supone un retraso en el proceso de uno de los fármacos que tenía una mayor cantidad en el catálogo europeo.

La de Pfizer llegará en cajas de poliespam con cinco bandejas de 1.000 viales de cinco dosis cada una -es decir, 5.000 pinchazos-, cubiertos de nieve carbónica, puesto que para su conservación requiere estar a -80 grados; tras el proceso de descongelación, puede conservarse en nevera hasta cinco días. De hecho, se está preparando un documento de formación específica de este fármaco para los profesionales para que conozcan todos los detalles de cómo debe manipular el fármaco en cada una de las etapas.

En el caso de España, Pfizer las trasladará a medio centenar de puntos identificadosen las comunidades que no serán revelados por motivos de seguridad; Interior tiene preparado un plan de vigilancia y seguridad para custodiar los viales, que tienen que transportarse por agentes autorizados.

Aunque se desconoce aún la cantidad, las fuentes subrayan que la segunda dosis, que debe administrarse a los 21 días, está garantizada; no obstante, recuerdan que existe un margen de retraso que no resta eficacia, si bien en ese plazo extra la protección es menor que si ya se hubieran administrado las dos dosis.

Sanidad deja claro que esta vacuna, como todos los medicamentos, va a tener reacciones adversas; la mayoría aparecen entre las 6 y 8 semanas y suelen presentarse en forma de fiebre, malestar en el mismo día y dolor en el sitio de la inyección. Al tratarse de una vacunación masiva, otros tardarán años en comprobarse; para ello está el sistema de farmacovigilancia, que con este fármaco se va a reforzar y cada día recabará las reacciones y publicará análisis de las mismas cada quincena.

El fármaco solo puede producir un aumento de la respuesta inmune y no hay evidencia de problemas de seguridad en sujetos que hayan pasado la infección, con lo que no se contemplan restricciones ni hay impedimentos para que este colectivo reciba su inyección. Mientras, vacunas de RNA como la de Pfizer, señalan las fuentes, no están contraindicadas para inmunodeprimidos como sí lo están las vivas, aunque sí existen dudas sobre la eficacia que tendrán en este colectivo.