Los controles en los aeropuertos españoles, en la media de los de otros países europeos
Los grandes países de nuestro entorno coinciden generalmente en aplicar a los viajeros controles térmicos, formularios de contacto y exámenes médicos básicos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Uno de los asuntos que más debate está generando en los inicios de lo que el Gobierno ha llamado “nueva normalidad” es el de las medidas de seguridad sanitaria tomadas en los aeropuertos. El motivo, el miedo al traspaso de contagios desde otros países a territorio nacional. Sin ir más lejos, algunos de los rebrotes activos en estos momentos en España se deben a contactos extranjeros de ciudadanos de Bolivia y Brasil.
Este debate ha sido protagonizado en su mayor parte por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ha pedido en numerosas ocasiones al Gobierno que endurezca las medidas de seguridad en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Por su parte, el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, respondió a Ayuso por carta diciendo que en los aeropuertos españoles ya están vigentes las recomendaciones de Unión Europea.
En concreto, el protocolo en los aeródromos de nuestro país consiste en que a todos los viajeros se les toma la temperatura a su llegada a la terminal, aunque en muchos casos, al tratarse de pasajeros de la Unión Europea y el espacio Schengen, se hace de forma automática a medida que el pasajero avanza en su recorrido por la terminal, sin necesidad de que se use un termómetro.
Además, cualquier persona que aterrice en estos momentos en un aeropuerto español tiene que entregar una ficha conocida por su sigla PLC (Passenger Locator Card) que incluye información sobre su número de vuelo y asiento ocupado. En este documento, los viajeros deberán informar sobre si han padecido el coronavirus y facilitar sus datos de localización.
Por último, los pasajeros se someterán a un control visual. Si un viajero no pasa alguna de estas medidas de prevención, un médico se encargará de examinarle.
A continuación, comparamos las medidas adoptadas en los aeropuertos españoles con las que han puesto en marcha otros países de nuestro entorno:
ALEMANIA
En Alemania de momento no es obligatorio pasar un control térmico, aunque la Asociación Alemana de Aeropuertos ha asegurado que, en caso de que la situación sanitaria haga necesaria esta medida, sus instalaciones están preparadas.
Además, como regla general, los viajeros que pasen por aeropuertos alemanes solo están autorizados a llevar consigo equipaje a bordo del avión con el objetivo de reducir la posibilidad de transmisión del virus en el entorno del control de seguridad.
Por último, como en muchos otros lugares públicos, el suelo está marcado con indicaciones que recuerdan la necesidad de guardar la distancia de seguridad y los asientos en las terminales están precintados.
Como medida complementaria, la revista ‘Der Spiegel’ informó hace unos días que la compañía germana Lufthansa se estaba planteando ofrecer pruebas de coronavirus a sus viajeros en los aeropuertos de Fráncfort y Múnich. Se estima que los resultados de los test estarían disponibles a las cuatro horas. Eso sí, hasta el momento no se plantea la posibilidad de dejar huecos libres en los asientos de los aviones.
REINO UNIDO
Actualmente, los viajeros que llegan al Reino Unido del extranjero deben ponerse en cuarentena durante 14 días, bajo riesgo de sanción, como medida de evitar la propagación de la COVID-19.
No obstante, la BBC ha informado de que los pasajeros que lleguen a aeropuertos del Reino Unido podrán someterse pronto a un test de saliva para detectar el coronavirus en el mismo aeródromo a fin de librarse, potencialmente, de la cuarentena que impone este país.
Según el citado canal británico, hay dos compañías que planean llevar a cabo un periodo de prueba de ese sistema de muestreo de saliva en aeropuertos, similar al empleado por el servicio de sanidad británico (NHS) para detectar el virus.
Se espera que ese sistema comience a desarrollarse en un par de semanas en un aeropuerto nacional y se prevé empezar a aplicar la prueba a 500 pasajeros diarios inicialmente.
No obstante, el test costará alrededor de 140 libras (unos 150 euros) y aquellos interesados deberán encargarlo antes de viajar.
Según esta propuesta, a su llegada al Reino Unido, los pasajeros podrían visitar una clínica en el aeropuerto tras pasar por el control de inmigración, donde se someterían a ese test para posteriormente confinarse en un domicilio del país hasta recibir el resultado.
Un negativo podría conocerse en apenas cinco horas, aunque el objetivo del programa será poder notificar a cada participante su resultado en un plazo de 24 horas.
FRANCIA
Al igual que en España, en Francia los aeropuertos practican controles de temperatura a los viajeros. En caso de que un pasajero presente fiebre, se le traslada a un hospital.
En este sentido destaca el aeropuerto de Lyon, que ha instalado un centro de asistencia médica donde los potenciales pacientes podrán ser examinados por un facultativo y, en su caso, salir con una receta médica.
Además, también se pide a los viajeros que faciliten el nombre de sus contactos recientes, además de practicarles un examen médico básico.
Para disminuir el contacto al mínimo, se han colocado pantallas de plexiglás entre los pasajeros y el personal, además de habilitarse espacios vacíos en los vuelos.