Los vaivenes de Sánchez con VOX: de fomentar su presencia a querer marginarlos

Desde el año 2018, los socialistas han utilizado la figura de VOX como eje central de sus discursos políticos

Los vaivenes de Sánchez con VOX: de fomentar su presencia a querer marginarlos

Patricia Blázquez Serna

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

En tramos en la recta final en la campaña madrileña. Los partidos activan toda su maquinaria y recurren a los salvavidas para poder resistir a la tempestad política que se se está viviendo en la Comunidad de Madrid. A tan solo cuatro días de que los madrileños tengan que reunirse en las urnas, los socialistas han recurrido a una estrategia de aislamiento a VOX.

Acusaciones, demandas al Partido Popular para evitar el pacto con la formación verde e incluso el cordón sanitario contra los de Abascal porque, a su juicio, "es una amenaza para la democracia". Una serie de circunstancias que contrastan con todo aquello a lo que recurría el presidente, Pedro Sánchez, en su discurso político. Sea como sea, lo que está claro es que VOX ha sido el protagonista en todas las campañas de los socialistas desde el año 2018.

Los vaivenes de Sánchez con VOX: de fomentar su presencia a querer marginarlos

EFE/ PSOE/Eva Ercolanese

Para muchos, Sánchez los ha utilizado a modo de conveniencia en función de sus intereses concretos. Ya antes de que VOX hiciera aparición en el escenario político, Sánchez dejó entrever el nombre de aquella nueva formación cuando ni siquiera tenía presencia en las encuestas del CIS.

"Ciudadanos es el VOX de la política española". Aquella fue una de las primeras declaraciones en la que la formación verde comenzó ganar espacio siendo, todavía, una sombra para muchos de los españoles. Como mucho, podría haber sido considerado como una escisión del Partido Popular que había fracasado. Nada más lejos de la realidad.

Fue entonces cuando Pedro Sánchez tomó como centro de su discurso la equiparación de VOX con todos aquellos partidos que pudieran ser considerados, a ojo del a opinión pública, de derechas. Ni Ciudadanos, ni VOX ni tan siquiera el Partido Popular se libraron de ser calificados, precisamente, de extrema derecha. Fue precisamente el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien comenzó a abrir la puerta a VOX al escenario de Sánchez:

Los vaivenes de Sánchez con VOX: de fomentar su presencia a querer marginarlos

EFE/Víctor Lerena

En las pasadas elecciones del 28 de abril, Sánchez soltó todo su arsenal discursivo y se sirvió de los verdes para presentarse como alternativa a "una misma derecha con tres siglas". Una estrategia que ha utilizado hasta hoy. No obstante, no apartó su figura del tablero de juego, y se aprovechó de ella para hacer campaña.

Lo hizo en las pasadas elecciones generales, lo hizo en las elecciones andaluzas y ha roto con esta última estrategia en las elecciones madrileñas. En otras palabras, Pedro Sánchez ha incluido a VOX en su juego y lo ha convertido en eje central de si discurso para ahora romper con todo aquello que él mismo ayudó a construir.

La estrategia del PSOE en la Comunidad de Madrid

La campaña madrileña comenzó como otra cualquiera y ha terminado siendo todo un terremoto político. Los disturbios violentos, los mensajes de odio y las diversas cartas de amenaza han enturbiado unas elecciones en las que ahora se agitan por las polémicas, la tensión política y que han terminado por aumentar la polarización.

Todos los sondeos abren la puerta a una victoria holgada de Isabel Díaz Ayuso, que podría volver al a Puerta del Sol siempre y cuando consiga los apoyos de VOX. Escenario muy diferente al que se enfrentan los socialistas, quienes con el paso de las semanas y a la vista del cambio de discurso, han empeorado sus cifras y parecen alejarse, cada día un poco más, de la mayoría absoluta aun consiguiendo pactar con el resto de partidos de izquierdas.

Los vaivenes de Sánchez con VOX: de fomentar su presencia a querer marginarlos

EFE/PSOE

El PSOE arrancó la campaña habiendo señalado como objetivo básico la movilización total de su electorado. No obstante, la estrategia no ha funcionado del todo, más especialmente del "Pablo, tenemos doce días para ganar las elecciones" que pronunció el candidato socialista en el debate a seis. Un mensaje que distaba mucho de aquel otro de "con este Pablo no", que ha servido para hacerle perder en intención de voto.

Como último salvavidas, los socialistas han tomado como estrategia el descrédito de VOX, amarrándose a la idea de retirarle la credibilidad y, con ello, a sus votantes. Una estrategia que, visto lo visto, tampoco parece estar dando sus frutos.

Temas relacionados